Se trata de una nueva puesta en escena del clásico de
Luis Alberto Heiremans protagonizada por David Gaete, Barbara Vera, Coca
Miranda, Elisa Vallejos, Eugenio "Kone" Morales y Valentina
Torrealba.
Para su director, Tomás Espinoza, la clave de esta
apuesta radica en indagar en el asombro a partir de lo simple: el reflejo de
una vida a la deriva, luego de haber visto, sentido y perdido el amor.
“La desesperación ante el sentido efímero de las
cosas. Es una obra muy existencialista pues Heiremans la escribió prácticamente
agonizando y por eso tiene tanta lucidez, y desesperación al mismo tiempo.
Es un delirio agonizante, que en su época –los años
60’- requería ser representada de manera mucho más realista y que nosotros nos
estamos dando la licencia de extrañar, de permitir que el espectador entre
de modo más sensorial y alucinógeno al viaje de su protagonista”, señala.
También destaca la mirada feminista que quisieron dar
a su adaptación. “En conjunto al equipo dimos un rol actual a todas las mujeres
de la obra, en sintonía con nuestras nuevas perspectivas feministas, incluso
volviendo protagonistas a las “Palomitas”, estás mujeres que venden pasteles a
la orilla de la carretera, que en la versión original son sólo una imagen y en
nuestro trabajo son el eje del relato”, dice.
Landa es un hombre alcohólico que recorre a pie
carreteras, sin un rumbo. Su última borrachera lo ha hecho caer inconsciente a
un costado del camino y despertar en medio de un circo en decadencia.
Tony chico. Geografía teatral |
El tony chico significa además el regreso de la compañía al formato presencial, tras el cierre de salas derivado de la pandemia.
“El teatro debe revalorizarse como espacio de encuentro y de
conversación, por sobre el espectáculo; su valor está en su formato colectivo,
por sobre la particularidad de la obra que sea. Esta vuelta es una entrega más
honesta, menos competitiva y más afectiva.
La realidad nos entrega espectáculos apocalípticos
casi a diario, el mundo está en una época absolutamente convulsionada, ante la
cual el teatro quizás es un refugio más calmo y reflexivo, un espacio de
conectarse con emociones más que saturarse de efectos”,
concluye.
Reservas al correo extension.teatro@uv.cl. Entrada liberada
No hay comentarios:
Publicar un comentario