Esta convocatoria surgió con el propósito de habilitar
una infraestructura de cerca de 6 mil metros cuadrados en las ruinas de las ex
bodegas de la Estación de Ferrocarriles de Chillán.
“El Museo Regional de Ñuble es un proyecto que nace
tras la creación de la región y, por lo mismo, representa un hito inédito para
un territorio que no cuenta con antecedentes previos de un museo de estas características”,
dijo la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés, quien destacó el desafío que
esto presenta.
“No se trata sólo de construir las paredes que
sostendrán esta gran e importante infraestructura cultural y patrimonial de la
región; se trata de construir, también, el guión de la historia que este
espacio contará”, dijo.
La Secretaria de Estado valoró, además, la
recuperación y puesta en valor de las antiguas bodegas de la ex maestranza de
ferrocarriles. “Este proyecto permitirá darle vida a este espacio emblemático
para la ciudad y, a su vez, iniciar aquí un nuevo hito urbano para Chillán”.
El proyecto ganador, que se impuso entre 25 trabajos
presentados, fue escogido por rescatar la totalidad del espacio de las cuatro
bodegas ferroviarias para el uso museográfico, y proponer un nuevo edificio de
cinco pisos donde se ubicarán las oficinas y el área técnica del museo.
De esta manera, a la horizontalidad constructiva ya
existente se agrega un elemento vertical, que poseerá un mirador que permitirá
una visión tanto del museo como del Parque Ultraestación y de la ciudad de
Chillán.
Asimismo, en su interior contará con unas pasarelas
elevadas que posibilitarán opciones de recorrido y distintos ángulos de visión
del material que se exponga.
El Director Nacional de Arquitectura y presidente del
jurado, Raúl Irarrázaval, destacó la calidad de las propuestas presentadas e
hizo hincapié en que el proyecto seleccionado “es una propuesta radical, en el
sentido de su austeridad, y por generar un nuevo elemento que respeta a los
galpones originales y eleva al museo, generando una nueva visión urbana.
Desde una mirada de lo que queremos impulsar en la
edificación pública, es una propuesta simple, que no tendrá elementos que
dificulten su operación ni mantenimiento y que cumplirá de manera eficiente su
propósito como lugar que concentrará la cultura regional”.
El ganador del concurso se adjudicó la realización de
la consultoría destinada a desarrollar el diseño definitivo de la iniciativa,
consistente en un contrato de 428 millones de pesos.
Esto incluye el premio de 25 millones de pesos, que se
otorga al primer lugar y que será supervisado por la Dirección de Arquitectura
del MOP, con un plazo de ejecución de 16 meses. Además de Cristóbal Tirado,
componen el equipo los arquitectos Alberto Moletto y José Espinoza, y el
ingeniero civil Carlos Perretta. Se proyecta que durante 2023 se gestionará el
financiamiento y licitación de las obras, con miras a que éstas se inicien
durante 2024.
El segundo premio del concurso de anteproyectos fue
otorgado al trabajo presentado por el arquitecto Tomás Tironi Roddó, quien
recibirá un reconocimiento de 10 millones de pesos, mientras que el tercer
premio lo obtuvo la propuesta del arquitecto Alfredo Massmann, que se hizo
merecedor de 5 millones de pesos.
Además, se reconoció con menciones honrosas a los
diseños entregados por Rodrigo Valenzuela Jerez y Rodrigo Pérez de Arce,
quienes tendrán un reconocimiento de 3 millones de pesos.
Junto con aportar a la identidad y al patrimonio
regional, el futuro Museo Regional de Ñuble tiene como objetivo contribuir a la
renovación urbana de Chillán y, en particular, del sector de Ultraestación,
cuyas edificaciones industriales, propias de la arquitectura moderna, son
representativas de la reconstrucción de la ciudad tras el terremoto de 1939.
Con una superficie total de 5.827 metros cuadrados, el
proyecto del Museo Regional de Ñuble contempla la habilitación de áreas de
acceso al público, como salas de exposición permanente e itinerantes, hall de
acceso, auditorio, tienda y cafetería, talleres, además de áreas de acceso
restringido, como depósitos de colección permanente e itinerante, laboratorios,
oficinas administrativas, entre otros.
El jurado del concurso fue presidido por Raúl
Irarrázabal, Director Nacional de Arquitectura, y estuvo integrado por Carlos
Maillet, director del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural; Celso
Monsalve, representante del Colegio de Arquitectos; un representante de los
concursantes; y por cuatro representantes de la Dirección de Arquitectura del
MOP.
En calidad de asesores del jurado, participan el Subsecretario de Patrimonio Cultural; un Asesor Técnico Servicio Nacional del Patrimonio Cultural; un Asesor Urbano; un experto local; la Seremi de las Culturas y el Seremi Minvu; y un representante de la Asociación de Oficinas de Arquitectura (AOA).
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