Monte Sidley |
Reconstrucción temporal de los eventos
volcánicos en el rift de la zona de Larsen y Bransfield”, ese es el nombre del
proyecto liderado por el geólogo Dr. Luis Lara Pulgar que lo llevó junto al
también experto Gabriel Orozco Lanfranco, doctorante de la Universidad de
Concepción, hasta diferentes puntos de las islas Shetland del Sur y la
península Antártica para estudiar el comportamiento de los volcanes antárticos,
su creación y su reciente relación con el continente.
Gracias al apoyo del buque AP-41 Aquiles de
la Armada de Chile, los científicos pudieron recorrer diferentes puntos, como
el volcán Paulet y el cabo Purvis, en el llamado Canal Antártico, hacia el sur
de la Península.
Luis Lara explica que “buscamos entender
qué relación existe entre estas dos cadenas volcánicas (Bransfield y Larsen),
si se iniciaron al mismo tiempo y qué procesos intervienen en la generación del
volcanismo en esos lugares”.
Prof. Luis Lara (SERNAGEOMIN) |
Además, el profesional del Sernageomin
apuntó que existen más teorías acerca del volcanismo en las islas Shetland del
Sur, pero no existe una explicación muy completa sobre el origen del volcanismo
más al sur de estas islas.
“Nosotros, proponemos estudiar los
episodios volcánicos del Cuaternario, pero con énfasis en aquellos, que
preceden al volcanismo más reciente o que forman el basamento de los volcanes
activos, usando una técnica de datación radiométrica de alta resolución.
Nos interesa, además, saber más sobre esta
cadena de volcanes que están más al sur de las Shetlands, ya que es una cadena
que tiene varios centros volcánicos y que tiene, actividad aparentemente muy
reciente en gran parte desarrollada en contacto con el hielo.
Debemos esperar algunos meses para tener
resultados, pero el volcán Paulet tiene la apariencia de registrar, al menos,
un evento tardío que podría haber ocurrido incluso en los últimos siglos”,
afirma Lara.
Monte Erebus |
Para la investigación, lo interesante es determinar
la edad y características geoquímicas de los primeros episodios volcánicos, que
iniciaron la construcción de esos volcanes que pareciera reciente y algo más
tardío, que el cese de la expansión en la dorsal de Phoenix, generalmente
invocado como primera causa del volcanismo moderno en la región.
“Las muestras que extrajimos de la isla
Paulet son rocas volcánicas, principalmente lavas basálticas que cubren a la
secuencia de contacto con hielo, además bombas volcánicas del cono superior ya
que, en efecto, esta isla tiene un cono superior doble con rocas rojizas que
tienen la apariencia de ser relativamente recientes.
En cambio, en cabo Purvis no se ve eso, ya
que es una meseta de roca volcánica que tiene el hielo encima, pero no hay
vestigio de actividad reciente.
Ambos sectores serían equivalentes, es
decir, se iniciaron al mismo tiempo como formación volcánica pero el volcán
Paulet, habría continuado su actividad hasta los últimos siglos y por lo tanto,
esperamos que las muestras sean geológicamente jóvenes, en el rango menor a
200.000 años”, dice el geólogo.
“El volcanismo en esta zona, en términos
generales, obedece a procesos diferentes a los que producen el volcanismo en el
continente por lo que nos interesa mucho, poder saber cómo funciona y las cosas
que suceden en esta parte de la Tierra.
Por ejemplo, a diferencia del volcanismo
andino del Cuaternario, la generación de magma en esta región, no obedece al
proceso de subducción. Por otra parte, una porción significativa del volcanismo
en la Antártica, ha ocurrido bajo el agua y/o en contacto con hielo, lo que
imprime características diferentes.
Esta investigación, nos ayudará a entender
cómo funciona el volcanismo en general y así, poder hacer pronósticos del
comportamiento que pueden tener otros volcanes en distintas regiones,
particularmente aquellos de los Andes del Sur y Andes Australes.
Hay que desarrollar una comprensión global
de los procesos y este sector de la Antártica es una suerte de laboratorio
natural en donde suceden cosas que se pueden estudiar y de ese modo comprender
cómo se formaron los volcanes de esta zona y extrapolar ese conocimiento a otras
regiones de Sudamérica donde existe mayor población”, dice el investigador.
Las muestras tomadas en suelo antártico
primero son molidas, limpiadas y preparadas para análisis. Luego de este
proceso, son enviadas a un laboratorio para determinar su composición química.
Geologo Gabriel Orozco (INACH) |
La etapa más compleja, es la datación
radiométrica mediante un método llamado 40Ar/39Ar, que se inicia, con la
irradiación de la muestra durante varias horas en un reactor nuclear para que,
después de un tiempo de reposo de varios meses, sea analizada en un
espectrómetro de masas que mide la cantidad precisa de isótopos radiogénicos.
En esta primera campaña en terreno, los
científicos extrajeron muestras de rocas desde isla Decepción, cabo Purvis e isla
Paulet.
“Es de suma importancia que investigadores
de servicios nacionales, institutos y universidades, se interesen en hacer
geología de la Antártica.
En particular, creo que es fundamental que
una institución pública que levanta la cartografía geológica del territorio
nacional, se interese en la Antártica. Lo básico para entender una serie de
procesos relacionados, es conocer la constitución geológica del territorio.
Qué rocas hay, qué procesos determinaron la configuración de su relieve actual, etc. Las dificultades que impone el trabajo en la Antártica toman su tiempo, pero las campañas organizadas por INACH brindan una oportunidad inmejorable para iniciar un trabajo sistemático”, concluye el profesor Lara.
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