El director de la Orquesta Sinfónica de Panguipulli, Alexander Sepúlveda, comentó que “16 años es un proceso bien arduo que hemos tenido desde la primera generación hasta la que tenemos hoy en día.
La pandemia no nos ha detenido en lo absoluto,
seguimos trabajando tanto en formato digital como el primer semestre, y ya que
pudimos retornar a lo presencial hace 3 semanas, estamos tratando de hacer un
programa musical, un programa que podemos llevar a la comuna para también
celebrar como antiguamente lo hacíamos con concierto y llevar la alegría de la
música a toda la gente de Panguipulli”.
Para conmemorar este aniversario, el centro de padres de la Orquesta Sinfónica de Panguipulli realizó un vídeo con registro fotográficos, el cual contó con la edición del apoderado Marcelo Ocares, quién en esta oportunidad dijo que “quisiera mandar una afectuoso saludo a todos los integrantes de la Orquesta Sinfónica de Panguipulli y agradecerles por todos esos bellos momentos que nos han brindado con su música en los distintos conciertos de los que hemos podido ser parte.
También saludar a los profesores, integrantes que ya no están y que sin lugar a duda han dejado muy bien puesto el nombre de toda nuestra comuna en los distintos escenarios en los cuales se han presentado. Muchas gracias por todo lo que han entregado en estos 16 años de música en Panguipulli y en el país”.
Para finalizar, Dominic Oporto, estudiante de primer año de universidad y actual miembro de la Orquesta con el instrumento Corno Francés, agregó que “ser parte de la orquesta ha sido un desafío desde que ingresé a los 15 años, creo para mí, ha sido una ayuda en mi desarrollo personal y también en lo musical y ahora, con la pandemia y los estudios fuera de Panguipulli la participación se complica, pero el entusiasmo siempre está.
No me queda más que felicitar al director, profesores y compañeros por estos 16 años de trayectoria y agradecer cada momento durante estos años”.
Hoy se celebra la trayectoria, los logros obtenidos, los desafíos superados, los aprendizajes recogidos, la entrega y dedicación en cada paso, donde niños, niñas, jóvenes, profesores, apoderados, familias y comunidad entera convergen en la música.
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