Son algunas de las preguntas que se
intentaron responder en el Conversatorio Gabriela
Mistral: Lecturas afectivas y contemporáneas de su legado, en el marco de las
múltiples actividades de conmemoración impulsadas por el Gobierno de Chile por
los 80 años del Premio Nobel de Literatura otorgado a Gabriela Mistral.
La actividad se realizó
el miércoles 9 de julio,
em el auditorio del Museo de la Memoria y los Derechos
Humanos.
Participaron Antonia Orellana Guarello,
ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Magda Sepúlveda Eriz, coordinadora de la Cátedra
Gabriela Mistral del Centro UC de Estudios de Literatura Chilena y autora del
libro "Gabriela Mistral. Somos los andinos que fuimos"
También estuvo presente Catalina Ríos, poeta y editora de Renca. Licenciada en
Literatura Hispánica por la Universidad de Chile y Magíster en Edición por la
Universidad Diego Portales; Aliocha de la Sotta, actriz, directora y docente
teatral y Josefa Vecchiola, profesora de educación media, poeta e investigadora
sobre la poesía andina, además de miembros del
cuerpo diplomático y público en general.
Moderó el debate Carmen Luz Morales,
directora del Observatorio de Participación Ciudadana y No Discriminación del
ministerio Secretaría General de Gobierno.
María Fernanda García Iribarren, directora
del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, señaló que “la figura de Gabriela Mistral es una figura viva, múltiple,
compleja y vigente. Educadora rural,
poeta, diplomática y mujer de afectos intensos. Su legado habita en las aulas,
en las comunidades, en los territorios, pero también en la intimidad de sus
versos y cartas.
Este conversatorio busca acercarse a Mistral desde una mirada contemporánea y afectiva, reconociendo tanto su dimensión pública, como las resonancias íntimas de su palabra".
Además, de realizar este conversatorio en el marco de los 80 años del otorgamiento del Premio Nobel a Gabriela Mistral, este encuentro se hizo, en el contexto del “Día de la Visibilidad Lésbica Mónica Briones”, como una invitación a abrir preguntas más que a cerrar respuestas. A releer a Mistral no como un mito intocable, sino como una presencia que sigue viva.
En ese marco, también se
rendió un homenaje a Mónica Briones, poeta y activista lesbiana asesinada hace
40 años en dictadura, cuya historia forma parte de las memorias disidentes de
Chile.
El 9 de julio de 1984, en
plena dictadura, Mónica fue brutalmente asesinada en una calle de Santiago. Su
crimen, motivado por el odio, la lesbofobia y el desprecio hacia quienes no
encajaban en la norma, fue uno de los primeros casos documentados de crimen de
odio lesbofóbico en Chile. No se puede olvidar que su muerte ocurrió en un
contexto de violencia estructural, donde el autoritarismo no solo perseguía
ideas políticas, sino también identidades, afectos y cuerpos disidentes.
“Nos
convocamos a leerla sin reducirla, a dialogar con su complejidad y a celebrar
su vigencia desde los márgenes, las disidencias y las nuevas generaciones que
encuentran en su obra un eco profundo”,
señaló Fernanda García.
“Pero
este acto también se enmarca en la vida de otra mujer inmensa: Gabriela
Mistral, nuestro primer premio Nobel, poeta del alma, educadora incansable y figura
profundamente compleja.
A lo largo de los años, han
emergido voces que nos invitan a leer su vida y su obra desde una perspectiva
diversa, a reconocer en sus cartas, en sus afectos y en su lucha por la
justicia social, una sensibilidad que también puede ser leída en clave lésbica,
como parte de una genealogía de mujeres que amaron a otras mujeres, aunque no
siempre pudieron nombrarlo.
Mistral y Briones. Dos vidas
separadas por el tiempo, pero unidas por la necesidad de ser recordadas desde
una mirada digna, honesta y sin censuras. Nos enseñan que la memoria no es solo
del pasado, sino una herramienta para construir un presente más justo”,
añadió la directora del Museo.
Por otra parte, durante el debate cada una
de las participantes expresó su cercanía con la obra de Mistral.
Aliocha de la Sotta, contó su proximidad
con Mistral y como nace este recorrido donde descubrió que la obra de Mistral
se transforma en una memoria colectiva que resiste al olvido.
Ahora bien, Gabriela Mistral no es solo
una figura del pasado. Su palabra sigue vigente de la voz de las generaciones
actuales, dialogando con poetas, quienes encuentran en su figura una presencia
inquietante, fértil y profundamente vigente, capaz de interpelar temas actuales
como la educación, la justicia social y los afectos no normativos.
Por otro lado, más allá del canon, el
legado de Mistral habita en memorias colectivas y afectivas. Su legado habita
en memorias no siempre visibilizadas: lecturas desde los márgenes,
apropiaciones creativas, resonancias emocionales y comunitarias que la
transforman en una figura viva, plural y en constante disputa.
Es así como Magda Sepúlveda Eriz compartió
una reflexión, respondiendo a la siguiente pregunta qué formas de memoria
construimos cuando recordamos a Mistral desde nuestras propias biografías o
afectos.
Finalmente, Catalina Ríos, a través de la pregunta qué tensiones genera hoy leer estas relaciones desde una perspectiva identitaria o disidente, reflexionó sobre como gestos y silencios se trazan otras genealogías del amor, la amistad y la complicidad entre mujeres conversó sobre la correspondencia entre Gabriela Mistral y Doris Dana, así como sus vínculos con figuras como Laura Rodig o Palma Guillén, que han sido leídos como parte de un archivo afectivo disidente, como resonancias afectivas en el amor entre mujeres.
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