¿Dónde lloran los cuerpos cansados y
deprimidos?
¿Qué ocurre cuando no existen espacios para mostrarse frágil?
Estas fueron las preguntas que
movilizaron a la artista Ángela Ramírez luego de encontrarse con una mujer
llorando en plena calle, expuesta y desconsolada. Al acercarse, ella le
respondió: “No puedo llegar así a mi casa, están mis hijos y mi mamá. Solo necesito
llorar”.
Ese momento fue el punto de
partida para crear Lloratorio Público, una réplica en fibra de vidrio del
pedestal del monumento a Andrés Bello que se ubicó al frente de la Casa Central
de la Universidad de Chile, convirtiendo la Alameda en un espacio íntimo y
seguro para llorar.
Este sábado 5 de julio a las
11:30 horas la artista conversará sobre las prácticas actuales, abordando sus
dimensiones teóricas, sociales y contextuales.
La actividad gratuita y abierta a la comunidad, propone un diálogo cercano y
participativo en torno a temas como salud mental, desigualdad social y
afectividad en el espacio urbano. También se compartirán aspectos del proceso
de creación, los desafíos involucrados y su cruce con lo colectivo.
La obra fue presentada por primera vez en noviembre de 2023 y hoy, se exhibe en
el Centro Nacional de Arte Contemporáneo, como parte de la exposición “…pensar
por una misma.
En voz alta” que reúne a 40 artistas mujeres de distintas generaciones cuyas voces han sido históricamente marginadas, para construir un puente entre el arte contemporáneo y la ciudadanía.
Estas obras son parte de la Colección de Arte Contemporáneo del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.En una sociedad donde la salud mental es
una urgencia cotidiana, Lloratorio Público propone una pausa: para
respirar y pensar.
Ángela Ramírez es artista visual y académica, su obra se ha desarrollado
principalmente a través de instalaciones e intervenciones en el espacio
público, donde explora la memoria, el cuerpo, los afectos y las formas
simbólicas de la arquitectura.
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