Con un emotivo de concierto de Roberto Bravo, se
inauguró el Ciclo de Música y Patrimonio, en el marco de las actividades de
verano del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural del Ministerio de las
Culturas, las Artes y el Patrimonio en la Biblioteca Nacional.
En ese contexto, Roberto Bravo rememoró cuando participó,
a sus 16 años, en el Concurso Nacional de Piano Chopin, organizado por el
Instituto Chileno-Polaco de Cultura en la Sala América de la Biblioteca
Nacional el año 1960.
Entonces, Bravo obtuvo el primer lugar ante un jurado
integrado por pianistas tan prestigiosos como Alfonso Montecino, Oscar Gacitúa,
el compositor Gustavo Becerra y el profesor y crítico de música Federico
Heinlein.
El haber ganado este concurso, le permitió a
representar a Chile en el célebre certamen Chopin, en Polonia, el más
importante del mundo.
Después de 60 años, el maestro volvió, ya consagrado,
a ofrecer un concierto ante una sala tan colmada de público que fue necesario
habilitar el hall central para proyectar la presentación en vivo y transmitirla
vía streaming.
El hito, fue destacado por el director nacional del
Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, Carlos Maillet, quien dio la
bienvenida al artista y a los asistentes a la sala al decir que “ es un espacio,
que ha acogido a centenares de escritores, cantantes, músicos e intelectuales.
Un lugar que siempre ha estado abierto a las expresiones del arte y la
cultura”.
Maillet destacó que “la inauguración del Ciclo de
Música y Patrimonio la efectúa un hombre que también es patrimonio vivo de
Chile”.
Los asistentes, disfrutaron de un variado programa
musical que incluyó a Bach, música latinoamericana, la banda sonora de
películas famosas y compositores nacionales como Víctor Jara y Violeta Parra.
Las notas del piano, se mezclaron en algunos momentos del concierto con la voz
de Andrea Cárdenas.
Al finalizar, vino el aplauso del público y las
autoridades a quienes, en poco más de una hora recibieron “música y
patrimonio”.
En el escenario, Andrea Cárdenas recibió un ramo de
flores de manos de Pedro Pablo Zegers, director de la Biblioteca Nacional,
quien a su vez entregó a Roberto Bravo, una edición especial de Gabriela
Mistral y como broche de oro, el director Carlos Maillet le concedió la medalla
“Biblioteca Nacional”, una distinción con 105 años de historia y que fue hecha
para el centenario de la Biblioteca.
“Lo que el alma hace por el cuerpo es lo que el
artista hace por su pueblo y ese ha sido mi norte, por eso que no me quedé
en Europa, por eso que toco por todas partes y hay muchos, a los que llevo en
el corazón y que ya no están y que también se fueron con ese pensamiento”,
afirmó Roberto Bravo, citando a Mistral a modo de gratitud.
La presentación también fue seguida vía streaming
desde distintos puntos del país.
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