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“HUESO, HUMO, ALMA (Ventana)”, 2024 |
Luego de un circuito de exhibiciones, que lo llevó a estar presente en importantes ferias y exhibiciones de estados Unidos, Argentina, México y Perú así como presentarse en el Museo de Bellas Artes de Chile, el artista Nicolás Franco vuelve para su segunda exhibición individual en Aninat Galería
“La imagen retenida” es el título con el
que agrupa sus investigaciones visuales recientes y que mostrará en la
exposición que se inaugurará el próximo 12 de marzo en la sala principal de la Galería.
Durante la última década el trabajo de
Nicolás Franco ha girado alrededor de la idea de la pintura. Eludiendo muchas
veces la práctica misma de pintar, Franco ha examinado sus componentes, su
identidad física, su lenguaje y su historia.
Representación, abstracción, proceso,
patrón, subjetividad y la misma audiencia son todos sus temas. Formalmente, su
trabajo consiste principalmente en producir imágenes singulares partiendo de lo
ya visto. Las imágenes, procedentes de fuentes tan diversas como la
antropología o la prensa popular, son sometidas a protocolos experimentales
para ser devueltas, alteradas, a su existencia.
En ocasiones, las obras adoptan las formas
precisas del diseño editorial; en otras, el resultado recuerda al expresionismo
abstracto más radical.
Para su segunda exhibición individual en Galería Aninat, Franco presentará un
conjunto de obras que, forzando materiales e imágenes, vuelven a generar una
máxima tensión entre el soporte y la imagen.
La serie de obras que dan título a la
muestra, consisten en un conjunto de imágenes cubiertas por metal expandido.
Este velo metálico logra una proeza: que la superficie sea simultáneamente una
imagen del adentro.
Si quitamos la pintura y luego la veladura
metálica, es decir, si seccionamos las diversas capas o películas que conforman
el cuerpo de estas obras hasta llegar a su interior, lo que vemos es una
imagen, o una serie de imágenes en blanco y negro que, sin ser las mismas,
responden a una misma matriz figurativa: el cráneo y el cuerpo femenino, dos
elementos que desde el Renacimiento han estado a la base de la pasión de los
artistas por la anatomía, la perspectiva y la teoría de las proporciones.
Franco invierte el fundamento de esa
visibilidad, no solo por la dedicación con la que hace desaparecer aquellas
imágenes que le sirvieron como superficie primera de sus cuadros, al punto de
volverlas casi indiscernibles, sino porque en ese gesto retiene la
hiperactividad significante de las imágenes.
Así, entre la envoltura –la malla
metálica, las capas de pintura– y la cosa envuelta –las imágenes de cráneos y
los retratos–, no existe jerarquía posible, pues ambos elementos no hacen otra
cosa que poner en tensión el trabajo de las formas y del contenido. Hay imagen,
pero lo que vemos es su invisibilidad.
Como en otras exhibiciones de Nicolás Franco, fotografías, textos y materiales
convocan realidades distantes en el tiempo y el espacio: el erotismo, la
violencia política y social, las estrategias del montaje y la abstracción son
referidas en un conjunto de obras que suspenden su definición formal, buscando
de este modo la expansión de los vocabularios de la fotografía, la pintura y su
percepción.
“Eros y Tánatos, son dos fuerzas del psiquismo, pero también dos fuerzas del
arte, y el que yo prefiero es aquel que propone una forma para que ambas
fuerzas destaquen: aquel que asocia, pero también disocia, señalando un
conflicto entre los términos asociados; aquel que en ese empeño, también, no
cesa de transformarse, para burlar cada vez al cliché y la complacencia del
ojo.
El
artista Eugenio Dittborn captó muy bien esto último mirando, como yo, estos
magníficos trabajos de Nicolás Franco. Sus obras, escribió, “son cuerpos que
hacen, deshacen y rehacen su hechura, evitando toda formación previsible en
busca de un inédito viable”.
(Extracto de “Hueso, Humo, Alma sobre algunas obras de Nicolás Franco”, Bruno
Cúneo).
Nicolás Franco (Santiago, 1973), realizó
sus estudios en la Universidad de Chile y en la Universidad Complutense de
Madrid y fue artista residente en Gasworks, Londres y De Ateliers, Amsterdam.
Durante su trayectoria ha obtenido
diversos premios, becas y reconocimientos destacando la Beca AMA Gasworks
(Londres, 2013); De Ateliers, Fundación Mondrian y Ministerio de Cultura y
Ciencia de los Países Bajos (Amsterdam 1999-2000); The Pollock – Krasner
Foundation Grant (Nueva York, 2001- 2010), EFG Bank ArtNexus (Ch.ACO, 2012),
Tecnologías Políticas de la Memoria (Universidad Alberto Hurtado, CL -
University of Oxford, UK.)
La obra de Franco ha sido exhibida en instituciones como Tate Modern (Londres),
Migros Museum für Gegenwartskunst (Zurich), MEIAC (Badajoz), Cromwell Place
(Londres), Centre of Contemporary Art Znaki CZASU (Torún), Sala Alcalá 31
(Madrid), Centro de Arte La Conservera (Murcia), Stroom Den Haag (La Haya), De
Ateliers (Amsterdam), MUUA (Antioquía), Fundación CorpArtes (Santiago), Museo
de Arte Contemporáneo de Lima, Museo Blanes (Montevideo), Museo del Barro
(Asunción), Museo de la Memoria y los Derechos Humanos (Santiago), Museo de
Arte Contemporáneo (Santiago), Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago,
Museo de Artes Visuales de Santiago.
Su obra se encuentra presente en las colecciones de Tate Modern (Londres),
Museo de Arte Contemporáneo (Santiago), Museo de la Memoria y los Derechos
Humanos (Santiago), Museo de Artes Visuales (Santiago), Centro de Arte
Contemporáneo Znaki Czasu (Polonia), Colección Eduardo Hochschild (Lima),
Colección Leticia y Stanislas Poniatowski (París), Colección Lariviére (Buenos
Aires); Colección Il Posto (Santiago), Fundación AMA, Santiago, entre otros.
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