La base antártica Yelcho,
operada por el Instituto Antártico Chileno (INACH) conmemoró este martes su 63º
aniversario, reafirmando su rol como un laboratorio natural clave para la
investigación polar.
Situada en isla Doumer, a 64º
de latitud sur, su entorno privilegiado permite desarrollar estudios
fundamentales sobre biodiversidad marina, monitoreo ambiental y los efectos del
cambio climático en la región antártica.
“Por su ubicación geográfica,
Yelcho se ha transformado en un importante laboratorio natural para el estudio
de diversos ámbitos del quehacer científico y que sin duda aportan al
conocimiento del planeta.
La importante diversidad de
especies marinas, las características ambientales del aire, fauna del lugar,
entre otros elementos, hacen de este lugar un importante eje de estudios en
diversos ámbitos”, expresó David Domenech, jefe de la base Yelcho.
Por estos días, la estación
alberga a 17 personas. De ese total, hay nueve profesionales que integran el
personal logístico que permiten el funcionamiento de la base; además de ocho
investigadores, quienes desarrollan distintos proyectos financiados y coordinados
por el INACH en el marco de la LXI Expedición Científica Antártica (ECA
61).
Dentro de los proyectos que se
desarrollan durante esta temporada, se destaca la instalación de estaciones de
monitoreo de la Red de Sensores Observatorio Antártico de Cambio Climático; el
análisis de fuentes de contaminación liderado por el Dr. Francisco Cereceda
(Universidad Técnica Federico Santa María); y las investigaciones sobre
ecosistemas intermareales desarrolladas por el Centro de Investigación Dinámica
de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (Centro IDEAL).
De igual manera, se apoya el
trabajo del equipo de buceo científico para la captura de especies marinas para
el Centro Antártico Internacional, así como el proyecto de la Universidad de
Santiago de Chile dirigido por el Dr. Raúl Cordero que estudia muestras de
nieve, fotogrametría y monitoreo de algas rojas. Finalmente, se lleva a cabo la
instalación de trampas para el estudio de mosquitos, bajo la dirección de la
Dra. Carla Ximena Salinas del INACH.
Con capacidad para albergar
hasta 27 personas, Yelcho ha implementado mejoras en sus instalaciones, lo que
ha sido reconocido por sus usuarios y usuarias. Además, se evalúan proyectos de
infraestructura con el objetivo de ampliar su capacidad humana y sus espacios
de laboratorio, fortaleciendo así su servicio a la comunidad científica.
Fundada en 1962 y administrada
inicialmente por la Armada de Chile, Yelcho fue transferida en 1986 al INACH
para su uso exclusivo en investigación científica. Su nombre rinde homenaje a
la embarcación comandada por el piloto Luis Pardo Villalón, quien en 1916
lideró el rescate de los náufragos de la expedición de Sir Ernest Shackleton en
la isla Elefante.
“Sin duda, estos 63 años de la
base en este particular y aislado lugar, representan el esfuerzo y trabajo de
muchos chilenos que, con visión de país, supieron identificar y comprender la
necesidad de contar con áreas de investigación en diversas latitudes de este
laboratorio natural que es la Atártica”, finaliza Domenech.
El legado de Yelcho sigue
vigente en quienes hoy operan la base, trabajando bajo su lema: "Por la
ciencia y para la ciencia".
El INACH cumple con la Política Antártica Nacional incentivando el desarrollo de la investigación de excelencia, participando efectivamente en el Sistema del Tratado Antártico y foros relacionados, fortaleciendo a Magallanes como puerta de entrada al Continente Blanco y realizando acciones de divulgación del conocimiento antártico en la ciudadanía. El INACH organiza el Programa Nacional de Ciencia Antártica (PROCIEN).
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