Galería de Arte Aninat inaugura el 12
de marzo, en su sección Gabinete, la exposición "El Lenguaje de la
Noche" de la artista textil Estefanía Tarud, con quien pronto se
comenzará a trabajar en diferentes ferias internacionales.
Esta muestra, profundamente introspectiva,
se sumerge en la exploración de la luz y la sombra, articulando un diálogo
visual que interroga los límites de la percepción y la memoria.
La obra de Tarud se caracteriza por una
atmósfera de interioridad donde el juego de claroscuros adquiere un voltaje
emocional singular. Según la crítica de arte Catalina Mena, "es una
obra que habla de sombras, reflejos y fantasmas, que explora lo que se esconde
y lo que aparece, lo que aparece y lo que falta, lo visible y lo invisible, lo
que se cubre y lo que se descubre".
Esta dinámica invita al espectador a un
acercamiento activo, descubriendo la imagen y, detrás de ella, el
"yo" de la artista que la ha imaginado.
Tarud transita en los bordes de la
visibilidad, sensible a lo tenue y a las escenas suspendidas del flujo
temporal, evocando la naturaleza efímera y enrarecida de las horas nocturnas y
de los sueños.
Esta obra atmosférica, que surge de la
fotografía, resuena con la afirmación del fotógrafo Sergio Larraín: "lo
que hay que fotografiar es el aire". En este sentido, Tarud borda a partir
de imágenes fotográficas donde lo que interesa no es tanto el objeto como la
sensación que emite la escena.
Si en sus trabajos anteriores la artista
reproducía situaciones nocturnas de su domesticidad, apelando a lo ominoso y a
la extrañeza que se cuela en lo familiar, en esta exposición su mirada se
desplaza hacia el exterior.
A través de la ventana, estructura que
mediatiza la mirada y enmarca el mundo, asoman apenas aquellos elementos que se
ocultan tras el vidrio, la cortina o la rejilla. En otras obras, la ventana
opera como visor de otras ventanas, generando una doble mediación que activa la
curiosidad del espectador: ¿qué sucede tras esos intersticios de luz que
titilan, como estrellas, en la noche urbana?
Cada uno de estos trabajos requiere
tiempo, concentración y paciencia. Tarud ha desarrollado un método de bordado
que consiste en puntadas mínimas y sucesivas, creando sutiles matices tonales,
degradaciones y veladuras, emparentando su quehacer con el puntillismo
pictórico.
Su arte, según Mena, "declara su inclinación por lo que no es evidente y
su afección por cierta perturbadora extrañeza. Escudriña esa especie de
'inconsciente' de las imágenes, rehuyendo la hipervisibilidad que termina
cegándonos con sus excesos lumínicos".
Estefanía Tarud (1982), licenciada en Artes Visuales por la Pontificia Universidad Católica de Chile, vive y trabaja en Santiago.
Desde 2020, sus reflexiones artísticas se han centrado en el mundo doméstico y las acciones cotidianas, integrando la luz como un elemento fundamental en su trabajo.
El bordado, además de técnica, se ha convertido en parte de su
rutina diaria, permitiéndole explorar la intersección entre lo íntimo y lo
universal.
Su trayectoria incluye destacadas participaciones en bienales internacionales de arte textil como "Contextile" en Portugal y "BIEN" en Eslovenia, así como exposiciones colectivas en Finlandia, Italia y Chile. Entre sus reconocimientos se encuentran el primer lugar en el Concurso de Artes Visuales de Lo Barnechea (2023) y el segundo lugar en el concurso "Hand and Lock The Prize" en Londres (2021).
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