Psicosis lúcida es un relato
personal y profundo sobre la experiencia de ser internado a los 15 años en una
clínica psiquiátrica.
Su autor, Joaquín Miranda Puentes, narra la historia de un joven que se enfrenta a un sistema de salud mental que lo deshumaniza y expande su vivencia para reflexionar sobre lo que significa habitar una sociedad que, desde la ignorancia e indiferencia, estigmatiza a quienes son etiquetados con algún trastorno mental.
El libro, publicado por editorial Hueders, será presentado el 26 de noviembre a
las 19:00 en el Espacio Literario de Ñuñoa, Jorge Washington 116. Presentan
Amanda Marton y Ariana de Sousa-García.
“Cuando desperté sentí el
cuerpo pesado, inamovible —escribe Miranda—. Mis ojos se negaban a enfocar,
aunque pude distinguir los colores de los muros: azul y amarillo pálido. Tardé
en recordar que me habían sedado y asumir mi internación. A medida que
reconocía objetos y profundidades, me advertí en una pieza pequeña, acostado en
una cama desconocida.
En el muro que estaba frente a
la cama había una tele empotrada. De esas teles antiguas, con forma de cajas
grises y pantallas convexas. Era pequeña y su presencia, por alguna razón, me
hizo sentir acompañado”.
Como se desprende de estas líneas, el protagonista de esta historia se
encuentra atemorizado y con la sensación de haber sido traicionado al momento
de entrar, sin un diagnóstico claro, a una clínica psiquiátrica en la que lo
atiborran de fármacos, lo someten a innumerables exámenes, le asignan un
cuidador que será su sombra, le controlan cada bocado que ingiere...
Tenía apenas 15 años, pero en este admirable ejercicio de memoria Miranda logra recrear lo que fue ese proceso para mostrar desde adentro cuánto hay de desconocimiento en los tratamientos de eso que llamamos “enfermedades mentales”.
“Quiero que este libro haga pensar, reflexionar a aquella persona que molestaba
a otra porque tenía esquizofrenia, dudar de cómo se ha instaurado el paradigma
psiquiátrico desde el neoliberalismo y no desde la salud. Cuestionar la
palabra enfermedad cuando se dice enfermedades mentales.
No debiera usarse el mismo lenguaje para las enfermedades físicas para hablar de padecimientos psicológicos”, dice Miranda.
Con una exquisita mezcla de registros —el relato biográfico se combina con la ficha clínica, recetas y bibliografía médica—, Miranda reflexiona sobre lo que conlleva sobreponerse —nunca del todo— a una internación forzada, además de sus consecuencias posteriores. Sus malas experiencias con profesionales de la salud, los acercamientos a otros pacientes psiquiátricos, su primer pololeo y el viaje de estudios, entre otras vivencias, componen un relato admirable en el que la rabia y el desasosiego dan cabida a la ternura y la melancolía.
“Inevitablemente —señala el autor—, lo que escribía abrió heridas. Me di cuenta
de que tenía completamente normalizada mi experiencia, como si fuese algo que
le pasase a todos en la adolescencia.
Recién en 2022 comprendí lo
que viví y empecé a tomarle peso, y fue recién ahí, también, cuando la
escritura se hizo un poco más compleja. Sin embargo, no reviví los episodios de
la internación. Diría más bien que vivo internado todavía: es una experiencia
traumática que nunca ha salido de mi cuerpo.
El libro fue poner en palabras ese modo de habitar el mundo, un habitar distinto al resto, pero no por eso inferior, que es lo que nos obligaban a creer dentro de la clínica. Respecto de la escritura, tener normalizada la experiencia fue útil para hablar de temas sensibles y difíciles. No es que sea indiferente, pero lo que viví lo llevo conmigo hace tanto tiempo que no me afectó a la hora de escribir”.
En palabras del propio autor, Psicosis lúcida no pretende ser solo
“la historia de Joaquín”, sino una puerta de entrada a una conversación más
amplia sobre el sufrimiento silenciado de miles de personas que se enfrentan a
etiquetas psiquiátricas atroces (con sus pastillas correspondientes), internaciones
y diagnósticos erróneos.
“Quiero que este libro sirva para hablar más del tema que expone. Que no sean tabú las internaciones psiquiátricas ni los diagnósticos. Lo que me pasó a mí no fue un caso aislado. Es solo la punta del iceberg”, afirma Miranda.
Con un enfoque que mezcla lo literario y lo investigativo, el autor no solo
comparte su experiencia, sino que también profundiza en las cuestiones sociales
y científicas que rodean la salud mental, con el fin de invitar a los lectores
a cuestionar las normas establecidas.
A través de este relato, Miranda busca darle visibilidad a una realidad que, a menudo, se esconde en las sombras: la lucha por la salud mental, la incomprensión de la sociedad y el impacto de un sistema de salud que no tiene las respuestas.
“A la mayoría no le interesan los problemas del otro. Vivimos en una sociedad que se mira el ombligo: solo importa lo que uno hace. El mayor esfuerzo por informar sobre salud mental lo hemos hecho, justamente, los psiquiatrizados, los que hemos sido marginados”.
Joaquín Miranda Puentes (Santiago, 1993), es licenciado en Letras con mención en Lingüística y Literatura Hispánicas (PUC), magíster en Lingüística (PUC), magíster en Escritura Narrativa de No-Ficción (UAH) y aceptado en el doctorado de Lingüística de la PUC que empieza en marzo del 2025.
Luthier de instrumentos de cuerda pulsada, especializado en la construcción de guitarras eléctricas y restauración de guitarras en general. Becario de la Fundación Neruda (2016). Tiene un poemario publicado: Los Tiempos (Cerrojo, 2017).
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