En sus primeros días, Sonia ha podido recorrer la ciudad y reunirse junto a
Hernán Cáceres, director del Parque Científico Tecnológico y Lithium I+D+i de
la Universidad Católica del Norte (UCN); y Gabriela Carrasco, ingeniera de
proyectos del centro especializado en litio, con quienes conversó sobre las
industrias ubicadas en el Salar de Atacama, los animales que habitan en el
lugar y el impacto al ecosistema.
Para la artista, el marco
metodológico de su investigación se basa, en líneas generales, en la reflexión
posthumanista y el concepto del tercer paisaje del autor Gilles
Clemente, que postula que espacios abandonados o los que se cree que carecen de
vida, poseen en realidad amplia biodiversidad.
“El desierto de Atacama es el lugar más seco del planeta. Además de sus
sobrecogedores paisajes y reservas naturales, ha sido durante siglos un área de
experimentación humana, que también implica la explotación irreflexiva de sus
recursos naturales, con un efecto de retroalimentación en la erosión biológica,
social y cultural. El objetivo de mi residencia es recopilar materiales
relacionados con la explotación de los recursos naturales y su impacto en las
especies nativas”, comentó Sonia.
La académica, además, expresa
su gran interés en cómo vive la lagartija de Fabián (Liolaemus fabiani), reptil
que habita en la provincia de El Loa y que se encuentra en peligro de
extinción. A raíz de este interés, espera realizar una serie de performances
inspiradas en este lagarto en salitreras abandonadas del norte de Chile.
“La inserción del ser que he «construido» no solo será una especie dialogante con la lagartija Fabián, sino que también será un intento de poblar el lugar con una «especie» que no debería estar presente allí.
De este modo, la actividad se convertirá –simbólicamente–
en una manifestación de la actividad humana, asociada, por ejemplo, a
interferencias no siempre positivas en las reservas naturales”, explicó Rammer,
haciendo hincapié en que este acto performático, a través del cual “habitará”
las salitreras abandonadas, visualizará a un ente arrancado de su hábitat
original, ilustrando la triste necesidad que tienen muchas especies de emigrar
en busca de un nuevo hogar.
Dentro de los próximos días,
la artista viajará hasta San Pedro de Atacama para estudiar en terreno los
salares y el entorno de este animal, además de conocer sobre las diferentes
capas del desierto.
La residencia de Sonia Rammer cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional de Polonia, el Instituto Adam Mickiewicz, la ciudad de Poznan y la Universidad de Bellas Artes de Poznan.
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