Durante abril el Museo Interactivo Mirador (MIM)
estrenó una serie de novedades dentro de
su oferta expositiva y de actividades complementarias,
entre las que se cuentan más módulos en su nueva sala dedicada a la astronomía
“Túnel Universo”, dos nuevos talleres científicos y el debut de las
IntervenCiencias, que emergen como una nueva modalidad para sorprender a los
visitantes.
Algunas de las novedades de “Túnel Universo” son
“El lado oscuro de la luz”, donde podrán crear un arco iris con sus manos
gracias a un prisma y la tecnología touch y “Vida en otros mundos”, donde el
visitante es invitado a descubrir las condiciones que permitirían que un
planeta sea habitable.
Otra de las novedades es que podrán convertirse
en cazadores de planetas cuando manipulen un anillo para acceder a información
que muestra los lugares en donde podría haber vida dentro del Sistema Solar.
Además, el MIM estrenó también en “Túnel
Universo” una nueva modalidad dentro de su oferta de actividades complementarias:
las “IntervenCiencias”. Se trata de tres diferentes intervenciones científicas
sorpresivas y sin previo aviso, que buscan asombrar a los visitantes con
experimentos que abarcan algunos fenómenos físicos importantes en la
observación y comprensión de la astronomía.
También, el MIM también ofrecerá tres nuevos
talleres científicos: “Pequeñas vibraciones, grandes sonidos ¿Cómo se producen
los sonidos?”, “De la cocina al laboratorio ¿Qué contienen los alimentos?” y
“Lejano o pequeño ¿Cómo ver lo que no vemos?”
La primera de estas actividades complementarias
se estrenará el 28 de este mes y está orientada a público general, ya que se
imparte los fines de semana. En este taller los participantes experimentarán
con ruidos, gritos, melodías y silencios, para develar que tras esos grandes
sonidos hay pequeñas vibraciones que los producen y busca valorar la ciencia
como medio para la comprensión de fenómenos naturales.
En otra de las experiencias, se revela mediante
entretenidos experimentos la ciencia que se esconde en los alimentos.
La invitación es a experimentar con algunos de
sus componentes que no se ven a simple vista y ver increíbles reacciones
químicas con ingredientes que usamos a diario. Aquí comprobarán que un alimento
puede crecer frente a sus ojos, verán microfotografías de alimentos que
ingerimos diariamente y crearán los magníficos, y a la vez extraños, “fideos
invisibles”.
En el tercer taller los visitantes experimentarán
con distintos lentes y apreciarán cómo, según sus características o combinaciones,
pueden agrandar o ver lejanas distintas estructuras.
Además, se asombrarán con
el mundo que se oculta en una gota de agua, gracias a la tecnología láser;
comprobarán qué pasa con un video si usamos un juego de espejos y una cámara
oscura, y se sorprenderán al ver que una imagen del exterior del museo puede
proyectarse hacia el interior, sin trucos de magia y solo valiéndose de la
ciencia.
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