Las entradas están disponibles
en el perfil de Instagram de la Escuela, con rebaja para estudiantes, personas
mayores y Comunidad UV.
Esta obra está situada en 1992
y cuenta la historia de Claudia, una niña de 12 años que descubre, junto a su
Padre, la historia de Corina Lemunao, La Mujer Gallina, en televisión; una
joven que ha sido confinada a vivir toda su vida en un gallinero.
Esta experiencia conecta
directamente con sus vidas, ambos sensibles a la crueldad del mundo, al sentido
de la vida y
a la inmensidad del cielo. Comienza entonces un camino de preguntas y silencios
que les impulsa a cuestionar su existencia, el dolor y el mundo que les rodea.
Julio, el Padre, llevará estas preguntas hasta las últimas consecuencias.
“GALLINA” es el primer
unipersonal de Claudia Ramírez.
Este trabajo combina trazas de
teatro docuficción, teatro autobiográfico y catarsis, para explorar en temas
como la salud mental, el existencialismo, la diferencia y la muerte. En
palabras de la dramaturga, “GALLINA nace como un espacio de sanación y testimonio.
Necesitaba hablar del dolor, de la muerte de mi Padre, de mi propia historia familiar vinculada a la salud mental. También del caso de Corina Lemunao, que me marcó desde que era niña.
Sentí que estas historias, la de ella, la de mi Padre y la mía, dialogaban en ese espacio de vulnerabilidad y silencio, que muchas veces rodea al sufrimiento humano”.Sobre los desafíos que
enfrentó al escribir esta obra, Ramírez señala: “Implicó revisitar momentos,
recordar desde la carne, desde la herida, ordenar recuerdos, encontrar una
dramaturgia posible que sostuviera algo tan íntimo.
Me enfrenté también al miedo
de la exposición, a preguntarme si estaba siendo demasiado cruda o demasiado
frágil. Pero entendí que el teatro autobiográfico necesita justamente de esa
entrega: verdad, cuerpo y emoción”.
En cuanto al formato de la
obra, la dramaturga y protagonista agrega: “Salí absolutamente de mi zona de
confort, la obra ya escrita, el personaje dramático definido, la historia
lineal con un conflicto central. En GALLINA todo eso es distinto.
La diferencia más evidente es
estar sola en escena. También hay una responsabilidad emocional mayor, ya que
estoy interpretando a una versión de mí misma. El mayor desafío ha sido
sostener esa entrega manteniendo la conexión con el público, sin protegerme en
un personaje”.
Felipe Cabezas, encargado del
diseño lumínico, comparte: “La iluminación en GALLINA funciona como una segunda
piel. Buscamos una tonalidad cálida, melancólica, con luces que sugieren más
que muestran. La luz no está al servicio de la escena, sino de la herida.
No buscamos iluminar, sino revelar lo invisible: el dolor, el vacío, la infancia que se desvanece. Las tonalidades emergen desde el cuerpo de Claudia como una extensión de su memoria. Es una iluminación emocional, fragmentaria”.
Beatriz Ortiz, encargada del universo sonoro y telonera musical de la obra, señala: “La sonoridad de la obra transita entre la intimidad y la crudeza, generando una tensión constante entre el silencio y el abismo.En GALLINA el sonido no
ilustra: confiesa”. Además, comenta: “No seguimos una estructura musical, sino
que nos guiamos por el pulso interno de la protagonista, por sus silencios, por
sus quiebres. Trabajamos con sonidos que parecen emerger desde el interior,
como pensamientos que resuenan en eco, recuerdos que se deforman con el paso
del tiempo. Más que acompañar, el sonido en GALLINA dialoga con la actriz”.
Como equipo, recalcan la
importancia que tiene montar la obra en Valparaíso y señalan que “presentarnos
en la Sala Negra JBC es un honor y una oportunidad hermosa. Es un espacio
comprometido con el arte y la formación. Es una Sala que vibra con la memoria,
la resistencia, la poesía y todo lo que GALLINA también busca tocar”.
Finalmente, cierran: “Les
invitamos a vivir una experiencia íntima, honesta, que remueve y abraza al
mismo tiempo. GALLINA no es solo una obra, es una conversación abierta
sobre lo que no siempre nos atrevemos a decir. Vengan con el corazón dispuesto.
No prometemos respuestas, pero sí preguntas, emoción y verdad. Porque hablar
del dolor también es un acto de amor”.
Esta obra es para personas mayores de 16 años y es parte de la Temporada Teatral Sala Negra Juan Barattini Carvelli 2025, con obras seleccionadas por el Comité de Públicos Programadores.
La Cartelera Sala Negra cuenta
con financiamiento del Ministerio de Educación, Subsecretaría de Educación
Superior, a través del Proyecto UVA 2495: "Asentando el Modelo
de Vinculación con el Medio UV: por una relación más significativa, pertinente,
bidireccional y comprometida con el desarrollo sostenible del entorno que la
rodea."
Adhesión: $5000 Público general; $4000 Funcionarias/os UV y Alumni; $3000 Estudiantes y personas mayores; $2000 Estudiantes UV; $1500 Red de Mediación Escena Compartida.
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