Durante este tiempo, los
artistas se han sumergido en la complejidad del paisaje y la historia de
Antofagasta. Su propuesta investiga las tensiones entre migración, minería y
ecología en el desierto de Atacama, abordando lo que yace bajo las superficies visibles
–tanto materiales como sociales–. A través de una performance colaborativa y
una instalación en la Molinera, el trío busca “iluminar redes globales oscuras
de explotación”.
El trabajo comenzó con dos
semanas de investigación en terreno, recorriendo zonas donde se lleva a cabo
actividad minera y observando cómo la industria transforma los cuerpos, los
territorios y las relaciones.
Luego, el foco se trasladó a
una estrecha colaboración con performers locales, con quienes el trío se
encuentra creando una coreografía de subversión y disrupción, inspirada en los
patrones que dibujan en el desierto tanto los geoglifos prehispánicos como los
residuos contemporáneos.
Durante la presentación de
artistas de la bienal SACO, realizada el pasado 18 de junio en la Molinera,
Bianca Hisse explicó cómo su práctica artística aborda estructuras de poder
social y político a través del cuerpo.
“Trabajo con personas
migrantes que comparten sus experiencias para resignificar el lenguaje de las
fronteras”, señaló. Para Bianca, el arte ofrece la posibilidad de “hackear los
sistemas de poder” y activar una resistencia colectiva.
Shahrzad Malekian, por su
parte, relató su tránsito personal desde la microbiología a la escultura y la
performance. Para ella, el arte es una forma de escuchar y formular nuevas
preguntas. Su trabajo se aleja del espacio expositivo tradicional para instalarse
en lugares públicos, buscando generar curiosidad, juego e interacción. “Es muy
importante escuchar lo que uno realmente quiere, incluso cuando el entorno
impone otra cosa”, afirmó.
Christian Danielewitz
compartió parte de su trayectoria enfocada en las repercusiones sociales y
ambientales de la minería en distintas partes del mundo. Desde Zambia hasta
Corea del Sur y el norte de China, su trabajo emplea diversas metodologías,
observando cómo los residuos industriales, las grietas en los muros o la
aparición de peces tropicales en ríos contaminados se transforman en
testimonios físicos de sistemas extractivos globales.
“La división entre los países que producen materias primas y los que desarrollan tecnologías es una fractura que también es geológica y política”, explicó.
En el marco de SACO1.2, los artistas presentan la exposición Sobrecarga (dibujos de la tierra), que fue inaugurada el 24 de junio en la Molinera y puede ser recorrida de lunes a domingo entre las 10:00 y las 18:00 horas, mientras se preparan para la performance que realizará junto a artistas locales el 10 de julio en el Muelle Histórico de Antofagasta (con transmisión por streaming). Ambos trabajos surgen del cruce entre experiencias personales, análisis ambiental y movimiento corporal, proponiendo una radiografía de un territorio en constante transformación.
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