Desde el 7 al 29 de
junio de 2025 se puede apreciar la exposición “La noche del primer día” de la
artista visual Victoria Calleja en el Centro Cultural Las Condes, ubicado en
Nuestra Señora del Rosario 30, Santiago de Chile.
Victoria nació en Viña del Mar el año 1958 y se fue a Bélgica en 1984. Habitar otro rincón del mundo ha nutrido su búsqueda sensible en las artes.
El 5 de abril montó esta
misma exposición en el Museo Palacio Vergara, siendo parte de un nuevo retorno
a sus orígenes.
Pinturas de la serie
“Paisajes”, fotografías de la serie “Platos siderales”, un tenedor, una cuchara
y un cuchillo, hacen de esta exposición una experiencia íntima con lo
inenarrable; el origen del mundo, un principio que contiene la potencia del
presente. El ejercicio de imaginar se vuelve fundamental para expresar un
atisbo de lo posible.
La autora presentó
obras en Chile hace diecisiete años, siendo “In-Out” la exposición que antecede
a la actual, el 2008, en el Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago. Sobre
el soporte actual, Victoria Calleja comparte:
“Dibond son dos láminas de aluminio y en el medio hay
una espuma de polietileno, que tiene la característica de ser muy sólida y muy
liviana. Suele utilizarse como soporte para la fotografía, y para mí ha sido un
gran soporte para la pintura, ahora que trabajo una técnica más aguada, con
mucha transparencia y veladura”.
“En las pinturas no hay paisajes clásicos, tienen varias características y una de las más importantes es que no hay ser humano, ni si quiera signo de ser humano.
No hay
una casita, ni un techo, ni una ruina, ni un puente, ni un cerco, ni un camino,
eso da la impresión de una naturaleza inmaculada, como cuando uno va a la nieve
y no hay ningún paso de nadie, y es algo que me hace soñar con eso que nunca
hemos conocido”.
“El origen de las cosas tiene
mucha relación con lo que comemos, con lo que nos nutre, simbólica y
prácticamente. Empecé a ver la comida de una manera distinta; los platos, los
té, los jugos, el agua, todo con un ojo distinto, y empecé a sacarle fotos a estas
cosas”.
“Lo más sorprendente es que
las primeras fotos que saqué, que además las hago en redondo, las presento
circulares, dan la sensación de ser un espacio sideral, como si yo hubiera
salido a la estratosfera y hubiera hecho fotos de la vía láctea, y son restos
de comida”.
En su búsqueda Victoria hace un homenaje al agua y a los minerales que caracterizan a este Chile, largo y angosto; de mar y cordillera; madre y padre; tías y abuelos; desayunos, almuerzos, onces y cenas. Los cubiertos de su abuelo están ahí.
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