Esta producción del Teatro Nacional Chileno, (TNCH) será
la encargada de inaugurar la temporada de producciones de la Línea
de Apoyo a Teatros Universitarios del Ministerio de las Culturas, las Artes y
el Patrimonio.
El proceso de montaje de Romeo y Julieta comenzó en
marzo de este año con los primeros ensayos a cargo de su director Cristian
Keim, quien ya sabía que la puesta en escena de esta dramaturgia era una
realidad.
“Nosotros desde hace un tiempo estamos priorizando
dramaturgias clásicas haciendo un equilibrio con trabajos contemporáneos. Esta
obra, surge a partir de múltiples conversaciones —partiendo por el consejo
asesor, los colegas y funcionarios— donde nos preguntamos ¿Qué queremos hacer? […]
y decidimos hacerla, porque hay cinco siglos de sobre lectura donde se vuelven
a tocar los temas elementales de manera sencilla. Habla de cosas de primer
orden, como lo es el amor, que es la historia más conocida de esta dramaturgia,
pero que, sin embargo, logra revelar los aspectos sociales de un pueblo
(Verona) afectado por un caos, donde muere gente y las bandas”.
Según Keim “el trabajo que hemos desarrollado,
pretende rescatar el espíritu de lo popular que hizo trascendente al autor y
sus obras, intentando que esas reflexiones que interpelan el sentido de lo
humano contenidas en sus textos, puedan atravesar los más de cuatro siglos de
academicismos, teorías e interpretaciones, para situarse en una Verona
contemporánea.
Lo anterior, revelaría una reflexión activa sobre
algunos de los principios que están en la base de lo que nos ha permitido
evolucionar en comunidad, dándole un espacio particular al concepto del amor,
el cual, muchas veces denostamos, sobre exigimos o rehuimos, negando un espacio
cada vez más necesario para nuestros días”.
“Luego apareció el financiamiento nuevo que impulsa el
Mincap a través del Apoyo a Teatros Universitarios públicos que cambia el
panorama, porque nos permite trabajar con una base y con una tranquilidad artística,
pero, además, es una tranquilidad laboral para las personas que trabajan en estos
proyectos y que, a larga, permita consolidar un grupo humano que permanezca en
el tiempo”, añade el director Keim.
Porque esta obra, hoy se inscribe dentro del profuso
catálogo de obras clásicas, chilenas y familiares que comenzarán a circular
gracias al fondo antes mencionado el cual, dentro de sus ejes principales, tiene
el fortalecimiento y promoción del teatro universitario, el financiamiento a la
creación y circulación de montajes escénicos y el fomento a la formación de
públicos en artes escénicas.
Esta versión, contará con las actuaciones de actores y
actrices pertenecientes a diversas generaciones.
Destacan la participación de las reconocidas actrices
Jacqueline Boudon y Carmen Disa, así como también de los jóvenes actores
Konstanza Villalobos y Kai Berg quienes serán acompañados por Marco Rebolledo,
Fernanda Pérez, Gabriel Muñoz, Gabriel Bastías, Vicente Soto y el destacado
compositor musical de teatro Alejandro Miranda.
Romeo y Julieta 2025
¿Qué más podemos decir de un clásico universal cuando
este ha sido probado durante siglos y su permanencia es un hecho?
Si bien la respuesta no es fácil, el ejercicio obligatorio
a esta altura es no esforzarse por darle un valor que ya tiene, sino que más
bien hay que interrogarlo desde el presente, a través de propuestas que denoten
el diálogo con el texto elaborado por William Shakespeare porque tal y como nos
han enseñado quienes los han versionado con éxito, los clásicos no son
reliquias.
El primero en enfrentar esta importante labor fue
Tomás Henríquez Murga, dramaturgo, quien en esta oportunidad, estuvo a cargo
del análisis y realización de la obra, un oficio que cada vez más va alcanzando
espacio debido a la importancia de hacer dialogar los textos con los nuevos
públicos.
“Mi labor […] partió con una investigación donde
elaboré el marco conceptual del montaje entorno a la lectura comparada de la
versión original de Shakespeare, la de Pablo Neruda y otra de Isidora Aguirre.
A partir del análisis comparativo de estos tres
textos, pude hacer una reversión que simplifica el lenguaje, pero no degrada la
idea, sino que la traduce y renueva. Actualiza el sentido de lo que
originalmente trata la obra, haciendo que las ideas puedan cambiar de forma,
pero prevalezca su sentido, abriéndose a audiencias y públicos nuevos” comenta
Henríquez.
Las versiones pasadas
En 1964 el Teatro Experimental de la Universidad de Chile,
hoy conocido como Teatro Nacional Chileno, llevó a cabo la primera versión de
Romeo y Julieta.
En esa oportunidad la dirección estuvo a cargo de Eugenio
Guzmán y la traducción del texto fue realizada por Pablo Neruda.
Sobre la obra Neruda escribió: “Romeo y Julieta no es
sólo la historia de un amor absoluto sino una cantata contra el odio y la
guerra, un doloroso y elevado mensaje por la paz entre los hombres. Lo he
traducido con devoción para que las palabras de Shakespeare puedan comunicar a
todos, en nuestro idioma, el fuego transparente que arde en ellas sin
consumirse, desde hace siglos”.
Por su parte, Guzmán expresó: “dirigir obras de
Shakespeare constituye una experiencia extraordinaria y nos permite, apreciar
el marco ilimitado de interpretaciones que ellas ofrecen al director moderno.
La clave de nuestra puesta en escena de ‘Romeo y
Julieta’ procura nutrirse en su naturaleza de tragedia lírica. Si suponemos que
Verona, con sus insensatas riñas de familia, simboliza la humanidad dividida;
el apasionado canto amoroso de Romeo y Julieta expresa el anhelo de ternura y
perfección de dos seres adolescentes, tronchados a temprana edad por el odio
circundante y la adversidad del destino.
Los amantes sacrifican su vida con la esperanza de una
realización más allá de la muerte; pero su testimonio de amor, queda escrito y
moverá a los hombres de Verona hacia sentimientos de reflexión y elevación
espiritual que se resuelven en la paz.
En torno a estos conceptos y dentro de un marco
libremente renacentista, hemos intentado recrear para ustedes, la antigua
leyenda, tan rica en mágica ensoñación como en substancia dramática vital”.
De esta versión el TNCH tiene el privilegio de contar
con el testimonio vivo de Diana Sanz, actriz quien es reconocida como la
primera Julieta del teatro chileno.
La siguiente versión de esta obra se realizó en 1978
mancomunadamente, ya que en ese entonces el Ministerio de Educación financió la
puesta en escena y la Universidad Católica patrocinó la misma.
Sin embargo, la dirección estuvo a cargo de Fernando
González quien desempeñaba funciones en el TNCH. Esta obra giró por todo Chile
y contó con las coreografías del reconocido actor Andrés Pérez Araya.
El
2006, Fernando González retoma la dirección de este clásico y lo reversiona
con a través de un grupo de rap que contó con las actuaciones de Ricardo
Fernández, María José Parga, Bastián Bodenhöfer, Felipe Ríos, Andrés Céspedes,
Luis Alonso, Cristián Carvajal, Eduardo Herrera, Tomasa Jeame, Camila Le Bert,
Horacio Pérez, Angélica Riquelme, María Trinidad Squella, Felipe Serrano y
Camilo Carmona.
Finalmente, esta versión 2025 destacará por su elenco
intergeneracional y por las giras ya comprometidas a las ciudades de Puerto
Montt y Castro.
Reseña:
Romeo y Julieta, dos jóvenes que, sin buscarlo, se
encuentran en un baile y quedan atrapados en la dulce red del amor. Pero ay, su
pasión nace entre el odio, pues sus familias, los Montesco y los Capuleto, son
enemigas juradas. Desafiando el destino, se aman en secreto y juran estar
juntos sin importar las consecuencias.
Entre encuentros furtivos y promesas ardientes, su
amor crece como llama indomable… ¡Mas el mundo no perdona a quienes osan
desafiar sus reglas! ¿Qué les deparará su valentía? ¡Solo el desenlace lo dirá!
El Teatro Nacional Chileno presenta Romeo y Julieta en
una versión que adapta el clásico de Shakespeare a través de un lenguaje
contemporáneo, sin perder la esencia poética de la obra. La puesta en escena,
combina elementos tradicionales con una estética actual, destacando el trabajo
de las actrices y actores que además estarán a cargo de la ejecución musical; y
una escenografía que refuerza los contrastes entre los mundos de los Montesco y
los Capuleto.
Así los amantes prohibidos en medio de la rivalidad familiar, exploran las tensiones y decisiones que marcan su destino. Esta adaptación que cuenta— con el financiamiento de Línea de Apoyo a Teatros Universitarios a cargo de los elencos de las Universidades Públicas de Chile del Ministerio de las Artes, las Culturas y el Patrimonio. —pone en escena un clásico universal que nos da la oportunidad de descubrir y reinterpretar las historias de los conflictos humanos esenciales como el amor, el poder, la traición y la lucha por la identidad.
Producción: Teatro Nacional Chileno con el
financiamiento de la Línea de Apoyo a Teatro Universitarios de Chile del
Ministerio de las Artes, las Culturas y el Patrimonio.
Las funciones serán entre el 25 de junio al 19 de julio, a las 19.30 horas en la Sala Antonio Varas, Teatro Nacional Chileno, Morandé 25
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