Ambientada en un universo
distópico, “En defensa propia” propone una reflexión crítica sobre la crisis
ecológica, el control de los recursos naturales y la necesidad de conciencia
colectiva como especie.
La propuesta escénica se
caracteriza por una estética híbrida, en la que conviven la tecnología, lo
artesanal y la poética del cuerpo. Marionetas, visuales en escena e
interpretación musical en vivo construyen un relato cargado de sensibilidad.
La obra se ambienta en el
planeta ficticio Zyle, dominado por un imperio intergaláctico que ha saqueado
sus recursos hasta dejarlo al borde del colapso. En este escenario, Jessie,
una joven interpretada por una marioneta, decide continuar su lucha para
preservar la vida, luchando por un sueño sin dejarse abatir por la nube
contaminante de la desesperanza.
Compañía Fuera de Lugar: Un
cruce entre teatro, artivismo y estética futurista
El proyecto “En Defensa
Propia” es la segunda obra de la Compañía Fuera de Lugar, y su primer
proyecto financiado por el Fondo Nacional de Fomento y Desarrollo de las
Artes Escénicas, Línea Creación y Producción, del Ministerio de las Culturas,
las Artes y el Patrimonio.
La obra fue concebida por un
equipo interdisciplinario de Valparaíso, Viña del Mar y Villa Alemana, con la
dramaturgia de Eliana Hernández; las actuaciones de Gabriel Castro Barra,
Valentina Meza, Alejandra Carolina Silva Soto; y la dirección escénica de
Valentina Estrella Mora Martinez.
El diseño visual está a cargo
de Catalina Infante; la creación en mapping a cargo de Keka Taucan. La creación
sonora y musical de la obra está diseñada por Francisca Maturana Diaz; el
diseño escénico, fabricación de estructuras y de la marioneta fue realizado por
Diego Rivera; y el diseño lumínico por Andrés Perez y estudios ASTROM.
Eliana Hernández, dramaturga,
comenta: “La heroína, Jessie, no es la típica heroína a la que estamos
acostumbrados, primero porque es una adolescente y como buena adolescente es
irónica, irascible y le apasiona su causa, al punto de estar dispuesta a dar su
vida por ello.
A diferencia de los héroes
convencionales, Jessie no es ‘carismática’ ni goza del ‘don de la palabra’ como
un líder, pero conserva la mejor cualidad del héroe: corre todos los riesgos
que sean necesarios, aunque tenga miedo la mayor parte del tiempo y los planes
se desdibujen al andar. La obra está cargada de un imaginario que combina lo
surreal con lo marginal”.
Sobra la dirección, Valentina
Mora comparte: “La propuesta inicial se basó en un trabajo de
dramaturgismo que consistía en plantear escenas o situaciones a los actores,
para que, a través de la improvisación, fueran construyendo escenas a partir de
sus propias propuestas.
Considero importante explicar este proceso
porque, para mí, el principal desafío fue articular todas esas propuestas
surgidas desde el equipo y darles una forma coherente, sin perder de vista el
mensaje de fondo que queríamos transmitir.
Además, al tratarse de una obra de ciencia
ficción, gran parte de su lenguaje se construye desde lo visual y lo sonoro, lo
que implicó un trabajo complejo de integración de esos elementos”.
Catalina Infante, diseñadora
visual, señala: “El proceso de creación consistió en un trabajo en conjunto con
la directora del proyecto. A partir de las ideas que tenían en mente desde el
equipo y las temáticas que se plantearon, propuse crear imágenes que tuvieran
una textura retrofuturista, con píxeles, para hablar de una tecnología del
futuro con una estética retro y minimalista, de esta manera aportar con una
sensación no figurativa y ni realista, construyendo la escena desde otro
imaginario”
Francisca Maturana, diseñadora
sonora y musical, detalla: “El mundo sonoro inicia de la idea de sonidos del
futuro mezclados con elementos de la naturaleza. Nace desde la propuesta de
cruzar lo digital con lo orgánico.
La composición de la música
está enfocada en generar atmósferas que acompañen las emociones y acciones de
los personajes en la obra, a través del uso de instrumentos digitales, como
ensambles de cuerdas que acompañan el viaje de esta aventura de otro planeta”.
Por eso es importante compartir con nuevas
generaciones de actores, podemos unificar miradas y crear en conjunto las
nuevas propuestas de vida, más allá de la escena”.
“Les invito a ser partícipes
de la historia de dos hermanas que, en el distópico y cercano contexto en el
que los recursos del planeta han sido totalmente agotados, viven la convicción
de retornar a la sabiduría de apreciar las pequeñas cosas grandiosas, y a la
vez reconocer y recuperar el valor de la vida misma.
Con elementos sencillos, profundos, y un gran compromiso de todos quienes conformamos el equipo tras esta bella obra, les esperamos para disfrutar juntos la oportunidad de conectar con el sentido y la vida”.
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