En 1972, Luis Advis (1935-2010) dio forma
a una obra basada en las décimas autobiográficas de Violeta Parra (1917-1967),
que seguía la forma de una cantata popular.
La gran maestra de la cultura popular
chilena había muerto apenas cinco años antes y aún no se reconocía el valor
poético de esos versos escritos en los años 50, pero el compositor vio que ahí
había un tesoro.
Así nació el Canto para una semilla,
creado especialmente para un elenco que lo grabó y estrenó en vivo: el grupo
Inti-Illimani, la cantante Isabel Parra y la actriz Carmen Bunster en los
relatos.
Aunque menos conocido que la afamada Cantata Santa María de Iquique que
grabó Quilapayún, el Canto para una semilla tuvo versiones en
italiano y francés y otra edición en castellano.
Décadas más tarde, Advis le dio nueva vida
con unos arreglos para coro y orquesta que han tenido puntuales
interpretaciones. Quizás la más memorable ocurrió en 2010, cuando Inti-Illimani
Histórico y la cantante Claudia Acuña, junto al coro y la orquesta del Teatro
San Carlo de Nápoles, tocaron la pieza en el Teatro Grande de Pompeya.
Fue en un homenaje a Violeta Parra y
Víctor Jara, del que también participaron Beto Cuevas, Jorge González, Denisse
Malebrán y Francisca Valenzuela.
Esa versión de Canto para una semilla es
la que se podrá escuchar en el concierto de fin de año de la Universidad de
Santiago. Bajo la dirección de David del Pino Klinge, la Orquesta y el Coro
Sinfónico Usach la interpretarán este 18 de diciembre (19:30 horas) en el
Teatro Aula Magna, donde se unirán a Inti Illimani Histórico, las solistas
Elizabeth Morris y Colombina Parra y la actriz Carolina Carrasco, quien se hará
cargo de los relatos. Las entradas gratuitas dispuestas en Portaltickets se
agotaron rápidamente.
“La música de Advis tiene la cualidad de
no ahondar mucho en complejidades instrumentales o armónicas, es muy cauto en
la traducción de sus canciones a la orquesta”, dice Horacio Salinas, director
de Inti-Illimani Histórico.
Salinas también destaca que esta versión de la obra cuenta con dos voces solistas, a diferencia de lo que ha ocurrido Elizabeth Morris y Colombina Parra son cantantes muy distintas y eso es interesante por la importancia que tiene el contraste en la música.
Son dos maneras absolutamente distintas de cantar y
las características de las canciones corresponden bien a estas diferentes
voces”, argumenta. “En el caso de Colombina, además, es parte de la cofradía de
la autora del texto, de la Violeta”.
Schumann: de culto
Antes del Canto para una semilla, el
programa contempla una de las partituras más singulares entre las que legara el
compositor alemán Robert Schumann (1810-1856): el Concierto para
violoncello en la menor, op. 129, que la Orquesta Usach interpretará con María
Gabriela Olivares como solista.
“Es una obra de culto, que está en un lugar diferente. Es como ir a un museo
que tiene una pieza que es una preciosidad y solamente la gente conocedora va a
verla. Además, es una obra que apela a algo interior del ser humano", señala la artista
"Desde mi punto de vista, tienes que haber pasado ciertas pruebas y haber vivido ciertos dolores para enfrentarla, porque habita un espacio artístico único”, asegura la solista.
"Además, en el concierto también se puede encontrar la influencia de la música Schumann explora el cello como podría haber explorado la voz de un cantante, pero quizás un cantante no estaba preparado para esa exigencia.
Hasta esa época había una cierta manera de hacer las cosas, pero él no usa los típicos intervalos. Instrumentalmente es un concierto muy complejo, porque no hay nada obvio”, concluye María Gabriela Olivares.María Gabriela Olivares tiene una vasta trayectoria como cellista, soprano y docente. Formada en la Universidad Católica, luego se perfeccionó en el Conservatorio de San Francisco (EE.UU.) y la École Normale de Musique de París (Francia) y actualmente es violoncello solista de la Orquesta Usach, además de profesora en la Universidad de Chile y la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles (FOJI).
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