Mediante un proyecto
comunitario que comenzó hace unos meses, que se extenderá hasta 2026, se
realizará una intervención en conjunto con la comunidad para devolver a las
fachadas los tonos característicos del Valle Central de Chile.
“Colores de nuestra historia” es el nombre de la iniciativa que está impulsando la Corporación Cultural de Lo Barnechea con el propósito de rescatar el patrimonio cromático del eje histórico de la comuna, mediante la intervención de distintas fachadas recuperando tonos tradicionales como el rojo colonial, gris y crema.
La iniciativa, realizada junto al Centro del Patrimonio Cultural de la Universidad Católica, busca poner foco en la identidad y el valor cromático asociado a décadas pasadas mediante una propuesta que consta de dos etapas: primero, un diagnóstico patrimonial para identificar los colores históricos y luego, propuestas de intervención en conjunto con la comunidad para revitalizar las fachadas.
Alejandra Valdés, Directora Ejecutiva de la Corporación Cultural de Lo Barnechea, resalta el componente comunitario del proyecto, lo que se refleja en los talleres participativos con los vecinos para definir en consenso una paleta cromática representativa de la identidad local. “Más que un ejercicio de añoranza, se trata de una reivindicación de nuestra herencia”.
La Directora Ejecutiva explica que, durante el proceso de investigación, se identificaron características en común: fachadas continuas y techos inclinados, además del uso de materiales tradicionales como adobe, colores terrosos como rojo colonial y elementos arquitectónicos relacionados con la identidad histórica de Lo Barnechea, junto con la intervención y mejoramiento de marcos, cornisas, zócalos y ventanas.
“Las intervenciones comenzaron hace unos meses y se extenderán hasta noviembre de 2026, con la idea de construir un eje dentro de Lo Barnechea que pueda cautivar a los vecinos y visitantes con su colores e identidad. Hoy, muchos tonos modernos han opacado esta herencia que creemos importante recordar”, agregó.
Además, el trabajo se realiza en concordancia con los registros, ya que las crónicas históricas de Lo Barnechea señalan que la extracción de caliza en las alturas de El Arrayán fueron parte de una tradición extendida para la construcción de diversas estructuras, tales como casas y puentes.
“Colores de nuestra historia” es un proyecto que va en línea con otras iniciativas que se han realizado en el país con el mismo fin, con ejemplos destacados en Villarrica y Valparaíso, donde se implementaron normativas para preservar la identidad local mediante la armonización cromática y urbanística.A nivel internacional, existen experiencias como las de Puerto Vallarta en México y Venecia en Italia, donde la revitalización de lo patrimonial terminó por convertirse en un foco turístico.
Alejandra Valdés explica que "queremos recuperar espacios que son parte de la historia de Chile y mostrarlos a las nuevas generaciones de una manera que se integra con los barrios, que aporten estéticamente y ayudan a fomentar la idea de que la cultura está presente en todas partes y no sólo en los museos”.
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