Con la obra, Nativos
Polinizadores, de ATICH V, Asamblea de Titiriteras y Titiriteros, que incluye
marionetas gigantes y entrega de regalos, mujeres actualmente privadas de
libertad y excarceladas pudieron compartir son sus hijos y familias,
adelantando la navidad, gracias al proyecto “Nido”, desarrollado por el
programa Vuelo de Pájares; alianza entre la Fundación Pájaras entre Púas y el
Parque Cultural de Valparaíso – Ex Cárcel.
Al emotivo encuentro, que tuvo
lugar en el Teatro de PCdV, llegaron cerca de ochenta personas, entre mujeres,
infancias y familiares, quienes pudieron compartir, de manera “bientratante”,
como señala el proyecto Nido, una jornada íntima, de respeto y cercanía,
promoviendo una forma distinta de relacionamiento entre las mujeres privadas de
libertad y sus hijos, los más afectados cuando sus madres son
encarceladas.
Un proyecto innovador a nivel
nacional y que sitúa a las Artes y las Culturas como un valor relevante en la
preparación de las mujeres para su encuentro con la libertad.
Según el Boletín Estadístico
de Gendarmería de Chile (2019), en nuestro país hay más de 3.500 mujeres
privadas de libertad, representando esta cifra el 8,4% del total de personas en
reclusión, siendo Chile el tercer
país de América del Sur con la mayor proporción de mujeres privadas de libertad
(7,1%).
Lo que ocurre con ellas, cómo
generar espacios de crecimiento y preparación para su reinserción, es parte del
trabajo que realiza la Fundación Pájaras entre Púas junto a PCdV.
El proyecto Nido, que posibilitó esta
celebración de navidad para las infancias, nace, según lo señalado por la
directora de la Fundación, Daniella Misle, desde la necesidad de contemplar
espacios para el desarrollo de experiencias significativas entre madres e hijas
e hijos, desde el Centro Penitenciario Femenino (CPF) de Valparaíso, “teniendo
a las artes y culturas como una herramienta de vinculación, contención y
reparación de las relaciones afectivas, permitiendo la implementación de un
lugar en donde se fomente el apego con la madre y un vínculo familiar de manera
estable y segura con el equipamiento y los cuidados necesarios para una
experiencia positiva tanto para la madre como para los niños”.
Cabe señalar que, de acuerdo a las últimas cifras de Gendarmería, la mayoría de las mujeres encarceladas tienen entre 25 y 35 años, y un 89% de ellas de acuerdo a una publicación de la Pontificia Universidad Católica (2023) son madres, en promedio de tres hijos.
De una muestra de 225 mujeres que egresaron de la cárcel en Santiago, un 62% de ellas experimentaron algún tipo de maltrato siendo menores de edad y un 28% vivió en la calle.
Estas experiencias tempranas de violencia y victimización se extienden también en las relaciones de pareja: 69% reporta haber experimentado violencia física o sexual en alguna relación.
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