Para ese tiempo, la casi totalidad de las
universidades públicas tenían sus editoriales en plena marcha, algunas, desde
hacía más de medio siglo.
Por ello, cuando ese 2014 nace Ediciones
UACh, las exigencias eran múltiples, pero todas confluían en la urgencia de
recobrar el tiempo perdido y recuperar el enorme patrimonio intelectual de la
universidad que había quedado inédito o domiciliado fuera de la región o de sus
aulas a lo largo de décadas.
A estas premuras se sumaban otras, como
divulgar la ingente productividad científica que año a año quedaba
invisibilizada en papers que solo los especialistas leían. Y por supuesto, la
responsabilidad de propiciar nuevas y nuevos lectores, no sólo desde “el
conocer”, sino también, desde “el placer”.
Estas urgencias llevaron a Ediciones UACh
a publicar casi cien libros en esta década, en todas las áreas del
conocimiento, recuperando obras claves para nuestro país y el sur austral, como
los libros de Rudolph Philippi, Carl Anwandter, Amanda Labarca, Jorge Millas,
Luis Oyarzún, Fernando Santiván, María Catrileo, Claudio Donoso o Jorge
Tellier.
Igualmente, se propuso poner a disposición
obras y autores universales, de otras lenguas, nunca traducidas en Chile o al
castellano, como las de Helmut Heißenbüttel, Anna Ajmátova o Joan Brossa.
Lleva por nombre “Trilce”, un homenaje al
notable grupo literario de los años 60 que, amparado por la UACh, descentralizó
auguralmente el campo cultural chileno, contribuyendo decididamente con sus
libros y revistas a aquel prestigio creativo e intelectual que Valdivia aún
ostenta.
Columna de opinión escrita por el Dr. Yanko González Cangas, Director de Ediciones UACh.
No hay comentarios:
Publicar un comentario