En sus páginas celebra la
sexualidad anterior al binarismo, un estado edénico como el punk-rock y su
intención de dinamitar los códigos establecidos, especialmente los de
género.
Dieciocho años después, llega
a la escena nacional la versión teatral del controvertido escrito
autobiográfico, en el que la autora habla sobre su propia violación a los 17
años, su decisión de prostituirse y de dirigir películas pornográficas.
Producido por el Teatro
Nescafé de las Artes, "Una mujer llena de vicios" se trata de un
espectáculo reflexivo e impactante, que cuenta con las actuaciones de Patricia
Rivadeneira y Antonia Zegers, la adaptación de Manuela Oyarzún y la dirección
de Alexandra von Hummel.
Sobre el escenario, se
evidencia, con desparpajo e inteligencia, la persistencia del machismo en
tiempos progresistas. Las actrices usan el lenguaje provocativo, pero a la vez
reflexivo de Despentes, como dos mujeres que podrían ser la misma persona; o versiones
de un mismo cuerpo: la que fue, la que es y la que será.
Se visten con trajes Coco
Chanel para reflejar un recorrido vital a través de sus voces -que representan
las de muchas- exponiendo así una conversación interna que va y que viene, que
avanza y que retrocede, y que demuestra que “lo mismo que nos desfigura, nos
constituye”, como señalara la propia intelectual francesa.
Patricia Rivadeneira -
quien ya había participado en una adaptación argentina de la obra en
2023 -, reconoce que en la obra las mujeres no son expuestas “como
víctimas, sino como personas responsables de su propio destino y en el caso de
la masculinidad considera que los hombres son responsables, pero también de
alguna manera víctimas de un mandato.
Hay una manera de ser mujer y
una de ser hombre, y de alguna forma todo esto es una forma de sometimiento
político para las estructuras de poder”.
Antonia Zegers, en tanto,
cuenta que alucinó con la pieza en cuanto la tuvo en sus manos. “A mí me
destapó la cabeza, me activó la endorfina pensar desde donde esta mujer está
mirando el movimiento feminista, el vínculo entre hombres y mujeres, como ella
funda nuevas ideas y habla de una trampa de la que somos víctimas hombres y
mujeres.
Mira desde los bajos fondos, la prostitución,
la violación y la pornografía nuestro tejido social”, confiesa.
La obra no solo sorprende por
el discurso provocador, sino también porque la propuesta escénica se aleja de
la figura transgresora que encarna su autora.
“Le saco el sombrero a
Alexandra von Hummel, nuestra directora. Ella le tuerce la mano al texto que
está dicho por una mujer punk. Ella desacomoda el texto, desconfía de lo
evidente y busca las fisuras.
Eso ha sido para nosotras muy
desafiante, porque nos ha sacado a ambas de nuestras zonas de confort y nos ha
instalado en un espacio de experimentación muy arriesgado”, asegura Zegers, y
continúa, "la pieza sintoniza de manera muy sensual con el público, porque
se mete mucho en la sexualidad como en la raíz de nuestros vínculos y funciona
muy bien para hombres y mujeres, es una obra que te invita a pensar en el no es
no".
Las funciones serán entre el 14 y 23 de
noviembre, los jueves a sábado a las 20 horas. Entradas en gam.cl
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