La agrupación es sólo una de las
actividades de este músico chileno que ya cumplió 50 años sobre los escenarios,
más de 30 años enseñando guitarra eléctrica y un año en su nuevo y querido
proyecto: un instituto de música diferente
"Partí tocando a los doce años,
por eso ya me reconocieron el medio siglo sobre los escenarios. No es que sea
tan viejo", dice riendo Vladimir Groppas.
Y es cierto, su primera
agrupación - Los puentes cortados- lo encontró actuando a temprana edad, por lo
que este año, la Sociedad Chilena del Derecho de Autor, lo incluyó entre los
homenajeados por el medio siglo de carrera.
Pero la verdad es que pareciera que
hubiese pasado más tiempo, por las innumerables actividades y emprendimientos
de este chileno de ascendencia europea que, a pesar de tu actitud mesurada, no
para nunca.
"Una vez más me reinvento",
cuenta el Maestro, como le dicen en su instituto, sus ex alumnos y el resto de
los músicos del país que saben el aporte que este hombre ha realizado a la
música chilena.
Sucede que, luego de haber sido
director del área intérpretes, coordinador académico y profesor de una conocida
institución de música, durante 26 años, Vladimir Groppas tuvo que emprender
nuevos rumbos. Lo anterior significó tomarse un año sabático y pensar qué
haría. La respuesta era evidente: corregir los errores que, de acuerdo a su
experiencia, se cometen en la formación de las nuevas generaciones de músicos.
"La educación musical en Chile
debe tener otra visión, una búsqueda de la propia identidad, de nuestras
raíces. Entonces, después de conocer quiénes somos podremos crear en base a lo
nuestro, descubriendo e incorporando los sonidos que hay más allá de nuestras
fronteras. Eso es lo que pretendíamos con el maestro Guillermo Rifo, a fines de
los años 80, al crear las mallas para profesionalizar la música popular en el
país".
Por ello, el 2018, Groppas comenzó a
visibilizar su proyecto educativo: el Instituto tecnológico de música y artes
integradas, ITEM. Con un equipo de primera línea y mucha experiencia,
secundando, inició las actividades a mitad del primer semestre y desde entonces
todo avanza hacia lo presupuestado.
"Quería aportar algo a la
cultura musical del país y no hay mejor manera de hacerlo que formando músicos.
Práctica, práctica y práctica es lo que se requiere, a la par con el
conocimiento teórico. Además, es necesario preparar al alumno en el
conocimiento de diversos estilos, para que pueda insertarse en el ámbito
laboral. Eso es lo que hacemos en ITEM"
Cabe señalar que Vladimir Groppas fue
quien sistematizó, por primera vez, a fines de la década de los '80, el estudio
de la guitarra eléctrica en Chile.
Antes, no existía la posibilidad de
acceder a la academia para aprender guitarra popular. El Conservatorio sólo
enseñaba guitarra clásica, por lo que, para avanzar en conocimientos, era
necesario iniciar un largo periplo improvisando o buscando profesores
particulares que tuvieran alguna idea del tema.
Groppas Trío es la nueva agrupación
de Vladimir Groppas y cultiva la fusión latinoamericana. Su primera producción-
La búsqueda- fue grabada en septiembre y octubre de este año con Miguel
Torreblanca en bajo eléctrico y Rodrigo Pardo en batería. La grabación y mezcla
fue responsabilidad de Sebastián Pinilla. En vivo, es Felipe van der Mer quien
se encuentra a cargo de la batería. El disco tuvo un pre-lanzamiento en ITEM,
pero se espera que la presentación oficial se realice en alguna sala de la SCD
en el primer semestre del 2019.
"En todas mis producciones
procuro realizar arreglos de música chilena e incluirlos. Hace algunos años,
con Menú del Día Project, tuve la suerte de grabar temas de Violeta Parra y Jaime
Atria. En este nuevo disco, agradezco la generosa autorización de la Fundación Víctor
Jara para incluir el arreglo de El Aparecido".
El primer sencillo será, el clásico
de Víctor Jara, que en diciembre estará disponible en Spotify y ya ha sido
distribuida a las radios del país mediante PortalDisc.
"Agradezco poder seguir por el
camino de la creación y la formación y también agradezco estar rodeado de
verdaderos ángeles en mi camino: mi familia, mis amigos y mi equipo de
profesores. Sin ellos, la reinvención no tendría sentido".
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