A nueve años de una muestra retrospectiva
organizada con motivo del centenario de su muerte, la Corporación Cultural
de Las Condes vuelve a realizar una exposición sobre uno de los maestros
indiscutibles de la pintura chilena, esta vez con un delicado ejercicio
curatorial que reflexiona en torno a sus pinturas más reconocidas.
Se trata de “VALENZUELA PUELMA, POSDATA.
Hacia nuevas lecturas”, que se presentará en la sala temporal de la Casa-Museo Santa
Rosa de Apoquindo, (Padre Hurtado 1195 / Visviri 1200) entre el 14 de julio y
19 de agosto, y que da cuenta de la exhaustiva investigación realizada por el
historiador Juan Eduardo Zúñiga.
La figura de Alfredo Valenzuela Puelma
(Valparaíso, 1856 – Villejuif, 1909) ha sido inscrita en un lugar privilegiado
del relato histórico del arte chileno. Considerado por historiadores y críticos
de arte como un maestro y un artista precursor en la representación del desnudo
femenino y en retratos de efectos alegóricos, su obra, no obstante, sólo ha
sido estudiada y comprendida en el último tiempo.
La muestra, reflexiona en torno a pinturas
del autor conservadas en la
Colección Mac Kellar de Pintura Chilena, como Retrato de
caballero, Ser muy querido, El borrachito y La hija del pintor y en el Museo
Nacional de Bellas Artes como La lección de geografía y Flores japonesas.
Todas
estas obras maestras, son puestas en escena para “dialogar” y establecer
diversas hipótesis sobre las motivaciones del pintor y la manera de abordar la
pintura.
Una exposición diferente que no sólo
despliega grandes obras de arte de nuestro patrimonio, sino que entrega claves
e información hasta ahora desconocida ya que se complementa con fotografías del
pintor y de su taller y se ha habilitado un dispositivo interactivo que recrea
el periódico La Ley,
donde el autor (luego de enemistarse con Pedro Lira) escribía artículos sobre
temas de arte con el seudónimo de Pedrolera.
“Las obras han sido dispuestas a modo de
duplas para estimular un diálogo de relaciones temáticas y compositivas.
Abordar estas obras a la luz de sus propios enunciados y formalidades, permite
incitar nuevas preguntas y reflexiones en torno a la práctica artística de este
notable pintor, más específicamente, sobre ciertas dimensiones ignoradas o
escasamente atendidas de su producción artística”, señala Zúñiga.
La reunión de estas obras permite trazar
nuevas relaciones en la actividad artística del pintor porteño a partir, de
operaciones compositivas y motivos iconográficos que las vinculan por lo cual,
el montaje enfatizará una disposición de contigüidad de las obras para que los
espectadores puedan apreciar y evaluar los puntos de contacto entre ellas.
Obras como Un ser muy querido (1907) y La
lección de geografía (1883) introducen personajes dedicados al acto de la
lectura, ya sea ante un periódico o un mapa, con ciertas similitudes formales
pese a la distancia que hay entre sus contextos de producción y significación.
Flores japonesas (1988) y La hija del
pintor poseen el mérito de introducirnos a los espacios que dieron forma al
taller de Valenzuela Puelma y, a su vez, el ámbito de operaciones compositivas
de las obras.
El borrachito y Retrato de caballero son
retratos que permiten observar la versatilidad artística del maestro y enseñan,
las diferencias que existen a nivel de género pictórico a partir de la
identidad o estatuto social de los personajes de las obras.
Es decir, la
identidad del retratado así como el tipo de relación entre éste y el pintor,
inciden en las dinámicas compositivas de este género en particular.
“Esta muestra, intenta dar cuenta de los
diversos ámbitos de la actividad artística de uno de los pintores chilenos más
destacados y cuya obra, ha sido largamente velada por aproximaciones
psicologizantes hacia su figura.
Esta posdata, busca favorecer el encuentro
de nuevos espectadores con las obras de Alfredo Valenzuela Puelma, esta vez, a
la luz de sus propios intereses”, concluye el investigador.
Alfredo Valenzuela Puelma nació el 8 de
febrero de 1856 en Valparaíso, Chile. A los doce años, ingresó a la Academia de Bellas Artes
donde fue alumno de Ernesto Kirchbach y posteriormente de Giovanni Mochi.
Entre 1881 y 1885 fue becado por el Estado
de Chile para continuar sus estudios de arte en París, donde asistió al taller
de Benjamín Constant además de seguir cursos de anatomía en La Sorbona.
Luego en 1887, por
segunda vez fue becado y en esta oportunidad fue alumno del pintor Jean-Paul
Laurens.
Durante la última década del siglo XIX,
vivió en Valparaíso donde ejerció una activa labor como administrador del
Teatro Victoria y como gestor de exposiciones de arte.
Como pintor, trabajó especialmente el
género del desnudo y del retrato, desarrollando una técnica apegada a los
cánones del arte académico.
Si bien no se dedicó formalmente a la enseñanza,
tuvo como alumnos al pintor Alfredo Helsby y Eucarpio Espinosa, entre otros.
Valenzuela Puelma viajó por última vez a
Francia en 1907. En ese país, fue afectado por una fuerte depresión y
desequilibrio mental que lo llevó finalmente a su muerte el 27 de octubre de 1909
en el sanatorio de Villejuif.
Más tarde sus restos fueron repatriados a
Chile y homenajeados en una ceremonia que tuvo lugar en el actual Museo
Nacional de Bellas Artes. El crítico Antonio Romera lo definió como uno de los
Grandes maestros de la pintura nacional.
La exposición estará abierta de martes a
domingo entre las 10:30 a 19:00 horas. La entrada es liberada.
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