¿Tiene
relevancia el neopolicial chileno? ¿O es más de lo mismo? Tras las huellas de
sangre, o bajo el olor de la pólvora explotada, dieciocho narradores chilenos
se colocan el monóculo, la lupa, la gabardina y la pipa de Sherlock Holmes para
salir a investigar los más espeluznantes crímenes en los oscuros callejones
literarios sin salida.
Por ello, la editorial Contracorriente
Ediciones, especializada en literatura de nicho, presenta el libro “Quiero la cabeza de sir Arthur Conan Doyle.Antología del
nuevo policial chileno" que, antologado por Ignacio Fritz y Pablo Rumel Espinoza reúne los relatos de 16 escritores, además de textos de los
antologadores.
En
el libro, no todo es romanticismo, homenaje, cruza de géneros o estilos. Nos
encontraremos con asesinatos en mundos alternos o en mentes desgarradas,
suicidios inexplicables en rancias editoriales, rayos cósmicos o mensajes que atraviesan
el tiempo… algún ajuste de cuentas en el quirófano o en medio de un basural con
situaciones que rompen límites inimaginables.
El libro está
formado por cinco partes:
I.
Crímenes oníricos: Juan Ignacio Colil: Por
una cabeza; Óscar Barrientos Bradasic: Big
mouth; Rebeca F. San Román: Revelaciones;
Diego Muñoz Valenzuela: Perros; J.
L. Flores: Perro bizco; II. Crímenes
del siglo XX: Juan Calamares: A la caza
del diablo; Patricio Alfonso: La
victoria de Roberto; Miguel Del Campo Zaldívar: Anestesia; Jean Véliz D’Angelo: La
punta del pie; III. Crímenes sangrientos: Thomas Harris: Pecado y redención; Pablo Espinoza
Bardi: Ravage; Rodrigo Ramos Bañados: Posporno;
IV. Crímenes del futuro: Pablo Rumel Espinoza: En una casa de adobe en medio de un bosque; Beda Estrada: Cuota de falsedad; Martín Muñoz Kaiser: El sapo de cuatro ojos; V. Crímenes
literarios: Sergio Alejandro Amira: El
arma de Chéjov; Daniel Rojas Pachas: Cisneros
y Chirinos y Ignacio Fritz: Absurdo y
muerte en la editorial fantasma
El
volumen es antologado por los escritores Ignacio Fritz (Santiago, 1979) y Pablo
Rumel Espinoza (Santiago, 1983), autores de libros de ciencia ficción y
policial, poseedores de un ojo especialista en descubrir textos que rompen con
lo establecido.
Los presentadores confían en que esta antología se convierta en la primera piedra del neopolicial chileno, ya que los textos reunidos en ella marcan un antes y un después, en cómo el género policial es abordado en Chile.
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