martes, 3 de julio de 2018

Valdivia: la ciudad y sus ríos en la historia de Chile.



Cuando fue publicado por primera vez el libro Un río, una ciudad de plata. Itinerario histórico de la ciudad de Valdivia escrito por Gabriel Guarda O.S.B., el año 1965 lo que más se privilegiaba, era la mirada de la vida provinciana hacia la capital y no viceversa y la historia local, no era una preocupación de los historiadores.

En cambio en nuestros días, el interés por aprender de la historia, conocimiento de las singularidades de pueblos, ciudades, costumbres y hábitos de sus habitantes es cada vez mayor lo que impulsa importantes estudios creadores.

Por ello, medio siglo después, la misma Universidad, a través de su nueva editorial y Fondart, decidió volver a editar este libro que recoge parte del libro Historia de Valdivia 1552-1952 (1953) y que quedó en el recuerdo de los lectores valdivianos y chilenos.

Rodolfo Urbina Burgos, miembro de la Academia Chilena de la Historia, en el prólogo de esta nueva edición explica que “desde que el padre Gabriel Guarda comenzó a investigar sobre Valdivia y las numerosas obras que han salido de su pluma hasta hoy, ha significado que la historia local y regional haya alcanzado su punto más alto después de una vida dedicada al estudio de su ciudad natal”.
 
Esta obra, forma parte de la colección Patrimonio Institucional de Ediciones UACh, con el objetivo de recuperar, poner en valor y afecto la herencia intelectual de autores y autoras ligados a la Universidad Austral y al sur de Chile y cuyas obras, de escasa visibilidad en el presente fueron y continúan siendo un aporte al conocimiento y a la herencia cultural chilena.

Fundada en 1552 por el conquistador español Pedro de Valdivia, con el nombre de «Santa María la Blanca de Valdivia», fue una de las primeras ciudades fundadas en Chile. La ciudad histórica abarca la actual comuna homónima y la comuna de Corral (separada el 22 de diciembre 1891).

Según el libro, la elección del sitio de fundación se debió a que este contaba con “buenas entradas y salidas; agua corriente, terreno llano; buenos pastos y buenos aires” aunque el diseño de la ciudad no se adaptó del todo al modelo de damero o clásico lo que “la hizo apartarse de la monotonía de las ciudades formadas por calles rectas tiradas a regla y cordel en cuadras en cuadro”.

Por otro lado, los ríos que confluyen en ella dan origen a una variedad de ecosistemas y escenarios geográficos que despiertan admiración no solo en el autor del libro sino que también en quienes la visitan y dan origen, al entorno más cautivante de esta ciudad.

Este libro, logra que el lector se sienta inmerso en la atmósfera valdiviana de las épocas relatadas en el libro, capta los ritmos esenciales de la vida de sus habitantes en su diario vivir y podrá entender que la ciudad no solo tiene belleza en sus paisajes, sino que además, en su historia que la distinguen de otras ciudades chilenas.

La primera parte, habla de la fundación de la ciudad y del descubrimiento de los lavaderos de oro de madre de Dios, que fueron explotados hasta el año 1965.

El autor, logra que el lector de manera ágil pueda conocer la historia de esta ciudad que solo en 1820 se integraría a la naciente República chilena y que tomaría un nuevo impulso con la colonización alemana que, a partir de 1870, estableció industrias que el terremoto de 1960, destruyó en su mayoría.

El libro está estructurado en dos partes. En la primera parte, el historiador Guarda analiza con sumo cuidado la estructura de la ciudad. En ella, se encuentra la historia del río y su relación intrínseca con la historia de la ciudad; el desarrollo histórico de la ciudad con el trazado irregular de sus calles se convirtió en uno de sus principales atractivos hasta el incendio de 1909 que consumió 17 manzanas de edificios en pleno centro, consumiendo todo la historia que encerraban esas calles.


También se considera la historia de la plaza de la ciudad que desde siempre, se constituyó como el corazón de la ciudad ya que como plaza mayor, era y es el centro de la vida de la urbe valdiviana. Es allí, desde su fundación, donde se celebran las fiestas públicas, religiosas, civiles y militares.

Los torreones que se encuentran en la ciudad y que han tenido un rol fundamental en la historia de esta ciudad también son estudiados con detalles y revelan su rol en la defensa de la ciudad.

También da a conocer la forma en que la isla Teja antes llamada Valenzuela por el apellido de Francisco Pérez de Valenzuela, se integro a la ciudad porque al iniciarse su repoblamiento, en ese lugar se estableció una fabrica de tejas de barro para las nuevas casas y de allí tomo ese nombre.

En la segunda parte del libro, se analizan detalladamente las fortificaciones de Mancera, Niebla, San Carlos en la isla del Morrito, Amargos y Corral dando a conocer su importancia en la defensa fluvial de la ciudad y de Chile.

Cabe señalar que el libro viene con un mapa de la antigua ciudad de Valdivia por lo que el lector tiene una idea concreta y muy detallada de la evolución de esta ciudad del sur de Chile y de su importancia en la historia de nuestro país.

La creación de XIV Región de Los Ríos, mediante un decreto publicado el 16 de marzo de 2007, convierte en una región a la antigua Provincia de Valdivia, y transformó a la ciudad, en su capital.  Actualmente se le conoce como la «Perla del Sur»o la «capital cervecera de Chile».

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