Para Elena Ramírez, directora
editorial “esta ha sido la convocatoria de la
supuesta vuelta a una normalidad marcada por un antes y un después, desde los
momentos álgidos de la pandemia y el estallido de la guerra en el corazón de
Europa.
Muchas cosas han cambiado para siempre y
con ellas, hemos cambiado nosotros y nuestra forma de mirar el futuro. Lugar
seguro, la magnífica novela de Isaac Rosa, premiada el año pasado, es una buena
muestra de ello como lo fue la importante presencia de la narración de corte
distópico en el pasado ejercicio.
De hecho, la masiva concurrencia anual al
Premio Biblioteca Breve nos permite observar hasta qué punto, las temáticas y
preocupaciones que pueblan las novelas participantes, van cambiando junto al
sentir de los tiempos y a cierto relevo generacional.
Por
segundo año consecutivo, vemos que la auto ficción testimonial, la novela negra
y las sagas familiares son los géneros más presentes pero, llama la atención el
aumento evidente de la novela de crítica social (periferias, mundo laboral,
inmigración) y una presencia creciente de temas como la precariedad económica,
la salud mental y la identidad de género.
La participación digital, que ha
desterrado prácticamente a la realizada por correo mediante pseudónimo, permite
observar también el origen de la concurrencia desde ambos lados del Atlántico y
se constata, que el Premio Biblioteca Breve recoge una buena representación de
lo que se está escribiendo en España y Latinoamérica.
La concesión del 65° Premio Biblioteca
Breve de Seix Barral a novela “La educación física”, de Rosario Villajos,
reconoce un planteamiento literario que ya desde el título, pone sobre la mesa
una de las asignaturas pendientes de nuestra sociedad y lo hace, desde la voz
narrativa de una adolescente que explora su identidad a través del cuerpo,
recogiendo el sentir de una generación y convirtiéndolo, en una experiencia
universal.
El jurado de este año ha disfrutado, con admiración, de la pericia literaria con que esta magnífica novela sintoniza con este momento de necesaria reflexión en torno a cuestiones de género.
en la trama de la novela, una tarde de
finales de agosto, Catalina, que acaba de cumplir dieciséis años, abandona la
casa de su mejor amiga en una urbanización de las afueras tras un desagradable
percance. Cuando llega a la carretera, decide que la única forma de volver a la
suya es haciendo autostop.
Como a cualquier joven de su edad, le
aterra subirse al coche de un extraño, pero no tanto como lo que imagina que le
espera si no cumple con el estricto toque de queda impuesto por sus padres.
Ambientada a principios de los años
noventa, La educación física dibuja el retrato de una adolescente marcada por
una relación complicada con su propio cuerpo y por el rencor hacia un mundo
empeñado en convertirla en culpable por el hecho de ser mujer, y pone en
evidencia los relatos sobre los que se construyen los valores de toda una
generación.
Dueña de una obra literaria y artística
centrada en lo corporal, Rosario Villajos traslada en esta magnífica novela,
aquella educación sentimental con la que Flaubert retrataba la vida y época de
un joven burgués en el siglo XIX al terreno de lo físico y defiende, que el
cuerpo es el campo donde se libran todas las batallas, donde se dirime quiénes
somos y también donde se reflejan los miedos, las tensiones y las violencias de
cada época.
Rosario Villajos nació en Córdoba en 1978.
Dedicó toda su infancia a dibujar, leer y ver películas. Formada en Bellas
Artes, ha trabajado en la industria musical, cinematográfica, artística y
cultural. Es autora de la novela gráfica Face (2017) y de las novelas Ramona
(2019) y La muela (2021), una historia delirante sobre la soledad y la
precariedad en la sociedad actual.
Ha vivido en Córdoba, Sevilla, Granada, Barcelona, Montpellier y Londres. Actualmente reside en Madrid, donde compagina la escritura con un trabajo en IT. Mantiene su acento andaluz.
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