El guitarrón chileno es un cordófono de 25
cuerdas, cuyo origen se remonte a varios siglos atrás desconociendo con
exactitud su origen, sin embargo, existe consenso que su procedencia es
campesina popular chilena y se le ha utilizado para acompañar el Canto a lo
Poeta, junto al cual se ha desarrollado.
Este jueves 13 se realizó la presentación
de la investigación "La huella del guitarrón chileno. Planimetría y
construcción”, según el lutier Anselmo Jaramillo Guajardo", que se hizo en
la Corporación Cultural de Teno (Provincia de Curicó) en el marco de un
encuentro de payadores y que se volverá a realizar el viernes 21 de diciembre,
en el Centro Cultural La Canderla, Talca, a partir de las 19.30 horas
Estas iniciativas, son organizadas por cantoalopoeta.cl y la
Candelaria Cultural y que es parte de un proyecto que tuvo el apoyo de FONDART
Nacional 2018, Línea de Investigación en Artesanía. En ambas ocasiones, la
convocatoria es abierta a toda la comunidad interesada y la entrada, gratuita.
Muchas personas desconocen que existe un
instrumento musical nacido y criado en Chile, y que es admirado por su belleza
y sonoridad en el resto del mundo: el guitarrón chileno. Este instrumento ya
existía para la época de la Colonia y los estudiosos explican que habría
derivado de la guitarra barroca española.
Desde entonces, el guitarrón chileno ha
estado ligado al Canto a lo Poeta, acompañando poesía cantada en versos a lo Divino
(en velorios, vigilias, novenas, etc), en versos a lo Humano (por travesura,
por amor, por mundo al revés, etc) y en la Paya (poesía improvisada).
Es el instrumento musical preferido de
payadores/as y cantores/as a lo divino, genuinamente rural, recuperándose en el
presente en diversas zonas en especial para acompañar entonaciones de versos a
lo humano y lo divino, pero también sirve como intérprete de cuecas, tonadas,
valses y polcas.
Su carácter solemne, su renombrada
antigüedad y la belleza de los recursos sonoros que posee, lo han convertido
con los años en un perfecto acompañante para actividades ceremoniales,
llevándolo desde las ruedas de cantores hasta las Misas en que va apareciendo
cada vez con más frecuencia.
En cuanto a su forma, es bastante similar
a una guitarra, sin embargo, su caja es más acinturada y más profunda. Una de
las cualidades que más llama la atención son sus 25 cuerdas, que le brindan un
sonido muy particular. Estas cuerdas ejercen una enorme presión en el puente,
lo que exige que la obra de mano y materiales en su construcción sean de alta calidad,
para evitar que la tensión de las cuerdas destruya el instrumento.
Tal es el caso de Anselmo Jaramillo
Guajardo, un artesano de instrumentos musicales de la comuna de Pudahuel, que
lleva más de cincuenta años en el arte de la lutería y sobre treinta años de
experiencia construyendo guitarrones chilenos, logrando una durabilidad y
calidad sonora que lo destaca a nivel nacional y mundial.
Debido a ello, los jóvenes cantores a lo
poeta y gestores culturales Nicolás Inostroza Codoceo y Francisca Brieba
Townsend, decidieron realizar una investigación sobre las técnicas de
construcción utilizadas por Anselmo Jaramillo.
Este trabajo, apoyado por el Fondo
Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes, FONDART Nacional 2018,
Investigación en Artesanía, permitió confeccionar planos a escala de 4 modelos
del guitarrón chileno, caracterizar las maderas utilizadas para cada sección
del instrumento, y sistematizar la técnica constructiva utilizada por Anselmo
Jaramillo en la confección del guitarrón chileno, centrándonos en las mejoras e
innovaciones introducidas por dicho lutier.
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