El
inesperado descubrimiento de un secreto oculto en su
interior llevará al lector a iniciar un largo viaje desde la
Barcelona actual a la Europa del siglo xx. Una historia que
nos demuestra que la música, el lenguaje universal, puede
salvarnos.
*El libro
incluye un glosario de términos musicales para que no nos
perdamos ningún matiz de la narración.
Barcelona, primeros años del siglo XXI
Mientras busca el piano perfecto,
el piano de sonido aterciopelado que siempre había soñado, el
protagonista de la novela acaba encontrándolo en una pequeña
tienda desangelada del barrio barcelonés de Gràcia.
Es un piano de media cola, un Grotrian-Steinweg
en muy mal estado pero que desprende una luz mágica, inexplicable.
«Era un piano negro de media
cola. Tenía cicatrices por todas partes, estaba repintado,
lleno de polvo, desnutrido, muerto de sed. Pero, aun
así, había en él algo intangible que lo mantenía con vida; una
especie de luz ancestral que luchaba por no extinguirse. Más
allá de su precioso diseño art déco, era como si algún
tipo de encantamiento lo poseyera. Su hechizo me atravesó el corazón
y me conquistó para siempre en un instante».
El
vendedor de pianos, un misterioso polaco con
aspecto de gnomo del bosque, pequeño y
barbudo, desaparece del mapa en cuanto le vende el instrumento.
Antes de desvanecerse, le hace una advertencia inquietante:
«Es un piano muy especial. Él te ha
escogido. No lo olvides nunca».
Años después, en tiempos del coronavirus,
el piano pasa una temporada en un taller para una
restauración completa. Nada más levantarse el confinamiento, Jesús, el
afinador de confianza, avisa a Ramon de que le quiere
mostrar dos importantes hallazgos: el número de serie, que permite
fechar el piano en 1915, y una lista de nombres
escritos a mano bajo el teclado.
«Le expliqué que aquellos enigmáticos nombres me
tenían en vilo, que eran un misterio, que estaba
seguro de que tenían que ver con
la historia del piano, con su alma y su luz ancestral, con lo
que le había ocurrido».
Ramon siente la necesidad de rendir homenaje
al instrumento y para ello viaja a la fábrica
Grotrian-Steinweg de Brunsvic, donde indaga más cosas
acerca de esos nombres. Se trata de las personas que han
dado vida al piano, los sucesivos propietarios unidos por los
vínculos más íntimos, los del amor y del dolor, así como los
profesores de música, cuyo nombre se inscribió para agradecer su
buena maestría.
La visita a la fábrica resuelve el
misterio de los dos primeros nombres, los alemanes Ortrud y Johannes
Schulze, de Magdeburgo. Ellos son el punto de partida, en
1915, de una singladura por la historia del piano que
es, al mismo
tiempo, un viaje de acción de gracias al
instrumento.
«Un alucinante periplo por Alemania, Francia,
Inglaterra y la India. Una odisea que llegaba hasta un antiguo y
lejano bosque al este de Polonia. Un maravilloso viaje en
el tiempo que duró apenas el tañer de una campana y que
me descubrió la vida y la
verdad de un piano de cola
negro de más de cien años, un Grotrian-Steinweg
modelo Boudoir VII f 308 de diseño art déco con número de serie
31887».
Magdeburg, Alemania, primeros años del siglo XX
Desde el momento mismo en que recibe su
primer piano, a los siete años, Johannes se revela como un niño
prodigio. Pero años después, cuando estalla la Primera Guerra Mundial y el
joven músico es reclutado para luchar en la frente, ese piano y la
compañía del viejo profesor, Herr Schmidt, es lo único que le quedará a su
madre, la afectuosa Ortrud, que espera con anhelo el regreso del hijo.
Muerto de miedo en las trincheras, el joven
Johannes, culto y sensible, se siente fuera de lugar. Pero en lo
absurdo de la contienda se producen momentos milagrosos, pequeñas
treguas entre los soldados de ambos bandos en
tierra de nadie, enemigos que se abrazan porque al fin y al cabo
nadie desea la guerra.
El día de Navidad cantan juntos y se
intercambian regalos; Johannes entrega una partitura de Debussy
a un soldado inglés, Ryan, que la guardará con cariño.
Al recibir la noticia de que
concederán un permiso a Johannes para regresar a
casa después de meses de separación
y de angustia, Ortrud y el viejo profesor de piano, Herr
Schmidt, deciden prepararle una
sorpresa, un regalo de bienvenida: un nuevo
instrumento, un elegante piano de cola. Ortrud acude
en persona a la prestigiosa fábrica de Brunsvic para comprarlo
y de entre todos los pianos que el director le muestra, halla el
que, sin duda, es el más precioso instrumento que desea para su hijo.
«Era un piano negro de media
cola con un precioso diseño art déco. Brillaba. Relucía.
Resplandecía. En su interior se adivinaba una luz inmortal que parecía
dotarlo de vida propia. Una vida, un encantamiento
y un hechizo que atravesaron el corazón de Ortrud y la
conquistaron para siempre en un instante».
Pero Johannes no llegó a ver ni a tocar jamás aquella
maravilla. Un día, el soldado británico que había conocido en la
frente aparece en casa de Ortrud con la partitura regalada. Ryan se
convierte en un nuevo hijo para aquella madre desolada.
Es a él a quien
regalará el piano cuando ella esté a las puertas de la
muerte. Y Ryan se lleva el instrumento a Chelmsford, en el
condado de Essex, donde la magia del instrumento hechiza a sus
hijos.
El estallido de una nueva guerra vuelve a
marcar el destino de las personas que orbitan en torno
al piano. Movilizados para luchar de nuevo contra los alemanes,
tanto Ryan como su hijo, Scott, mueren en la contienda. Solo queda la hija,
Emily, que en su labor como enfermera voluntaria vive un amor
secreto. Cuando descubre que ese amor no tiene futuro, de nuevo
es el piano quien hará compañía a una mujer solitaria y triste.
«La mujer que había conocido al teniente
Lachenwitz, la que se había entregado al servicio de la comunidad y
la que nunca había dejado de tocar el piano, porque,
incluso atrapada en un amor imposible, nunca sintió rencor ni
amargura, sólo amor, porque entendió que, si no dejaba de tocar,
la historia que había empezado en Magdeburgo nunca terminaría».
Emily da vida al instrumento dando lecciones a todos
los niños del vecindario; la vida pasa mientras recibe las visitas
periódicas del afinador, un peculiar polaco con
aspecto de gnomo, afable y misterioso.
Antes de morir, Emily escribe testamento en favor del hijo de Olivia, su amor secreto. El hombre recibe el piano asombrado. Sin lazos con el instrumento y carente de sensibilidad, acaba dejándolo en la calle para que todo el mundo pueda tocarlo.
Ramon Gener |
«—Él es el testigo de todo —susurró—. La luz
ancestral que mantiene la historia de todos nosotros con vida».
Ramon Gener, nacido en Barcelona y licenciado en
Humanidades y Ciencias Empresariales, inició su formación como músico a los
seis años, estudiando piano en el Convervatori del
Liceu. Después de una carrera de varios años como
barítono, dejó el canto y comenzó una nueva etapa como divulgador,
dando conferencias sobre historia de la música
clásica, de la ópera y del arte.
Ha realizado diferentes programas de televisión, como los exitosos «This is Opera», «This is Art» o «200. Una noche en el Prado», que se emiten en muchos países del mundo. En radio colabora habitualmente en «No es un día cualquiera» de RNE y anteriormente también en la Cadena SER. Ha publicado los exitosos ensayos Si Beethoven pudiera escucharme (2013) y El amor te hará inmortal (2016). Historia de un piano (Destino, 2024) es su primera novela.
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