Algunos de los textos que componen Bahía
Tenóforo fueron parte de un compilado con el que Soria-Galvarro ganó el Premio
Fernando Santiván el 2010. Estos poemas nos muestran a un protagonista en
búsqueda constante, como un científico explorando paisajes internos.
“En Bahía Tenóforo Yuri
Soria-Galvarro nos invita a embarcarnos en un viaje introspectivo, pero a la
vez empírico, que navega desde los orígenes del universo hasta la biología
molecular. Soria-Galvarro nos devela cómo la poesía puede ser un refugio frente
a la desazón de la vida cotidiana.
El libro es una bitácora poética de 80
días, un testimonio de los altibajos del éxodo humano que cruza tanto la
narrativa como la lírica, un recorrido lógico-emocional que nos confronta con
nuestra propia nostalgia para descubrir la belleza y la complejidad que yacen
sobre el paisaje”, dice la poeta Melissa Castillo en el texto de contraportada.
“Para mí es mucho más difícil escribir una novela, pero puedo sentarme todas
las mañanas y avanzar con la historia. En cambio, me cuesta impostar la poesía.
La poesía llega, no sé muy bien de dónde, ni cuándo. Es como un estado de
ánimo, algo emparentado con la melancolía o la ensoñación, también hay humor, o
juegos de palabras, y entonces debo ponerme a escribir en ese momento, porque
si no la magia se va y puede que no vuelva en un buen tiempo.
Es innegable también la tristeza o la carencia como motor del impulso poético, cuando estoy feliz me voy a tomar unas cervezas con los amigos, cuando ando medio triste, a veces, escribo poesía. En el fondo le tengo mucho respeto a la poesía, me cuesta declararme poeta, prefiero decir que soy un narrador que escribió un libro de poesía”, dice Yuri Soria- Galvarro.
“El trabajo de Yuri Soria-Galvarro hace posible inclinar la mirada hacia esa
vida implacable que aún persiste en el sur chileno. En esa vida que se sitúa,
principalmente, entre la zona del seno de Reloncaví, o el Golfo de Ancud,
espacio nutrido de esa geografía insular que es al mismo tiempo inconfundible.
En estos poemas la navegación hace frente
a la complejidad del mar, que arrastra embarcaciones y cuerpos, estos últimos,
a tabernas húmedas y frías, en donde la humanidad comulga con nombres de aves,
pueblos, aunque también, con las singularidades de la ciudad donde habita.
Como editorial nos interesa explorar las
poéticas regionales, y en este caso particular, el trabajo de Yuri
Soria-Galvarro se sitúa hoy como uno de los imprescindibles de la Región de Los
Lagos, donde es gestor cultural, ornitólogo y narrador, aunque estos poemas
sean la mejor evidencia de la vitalidad en la que se mueve su obra, y desde
luego, la riqueza de la diversidad de estilos que hoy por hoy se yerguen lejos
de los grandes centros urbanos.
Yuri Soria-Galvarro (Cochabamba - 1968) Nació en Cochabamba, Bolivia y vive en Puerto Montt. Es Licenciado en Biología Marina y Master en Creación Literaria, además de buzo profesional, fotógrafo y músico.
Ha publicado los libros de relatos: La frontera (2001), Crónicas de viaje, Mar Interior (2006) y Cuentos del Pacífico Sur, (2015), la novela El perseguidor de la luz, (2019) y Bestiario de Suralia, con ilustraciones de Marcelo Paredes, (2022).
El año 2010 ganó el Concurso Literario Fernando Santiván con el libro Sur en Poesía. En 2015 y 2020 fue beneficiario de la Beca de Creación Literaria del Ministerio de Cultura por Cuentos del Pacífico Sur y la novela El tiempo de silicio.
El 2017 ganó el Premio Municipal Juegos Literarios Gabriela Mistral con la novela El perseguidor de la luz.
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