domingo, 16 de junio de 2024

Inaugurada exposición sobre infancias vulneradas en el Museo de la Memoria y los DDHH

Celdas. (c) Macarena Ternicien
 Hasta el 7 de agosto del presente año, estará abierta la exposición Inocente Silencio, de la artista Mónica Súnico, con la curaduría de Arturo Duclos, en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.

Esta es una exposición testimonial, resultado de una investigación de la artista sobre un problema sistémico en nuestro país: la vulneración de los derechos humanos de miles de niños, niñas y jóvenes que se encuentran al cuidado de instituciones de protección del estado chileno y que abarca más de cuatro décadas.

La exposición estará disponible desde el 16 de mayo, en el Tercer Piso del Museo de la Memoria y los DDHH. La exposición es tanto un acto de denuncia como un testimonio de la artista, que da cuenta de una larga investigación sobre la infancia institucionalizada en Chile, cuyos derechos han sido vulnerados tanto desde el punto de vista físico como sicológico y, que en muchos casos, ha significado abuso sexual e incluso la muerte.

La artista explora desde sus propias vivencias el dolor, el abuso sicológico y físico, así como la carga del silencio y la búsqueda de reparación, un ejercicio al que muy pocos de estos menores pudieron acceder para salir adelante.

“Inocente silencio” encarna las ansias de reparación ante esta verdadera tragedia, a partir de la memoria y el arte.

“Tomando las herramientas y el lenguaje del arte, la muestra transforma vivencias complejas en un recorrido sensible, que busca concientizar y reflexionar colectivamente frente a hechos tan horrorosos”, señala María Fernanda García, directora del Museo de la Memoria y los DDHH.

Mónica Súnico. (c)  Fernando
Carrasco
“Es un llamado a mirarnos como país y una contribución a la visibilización de una realidad difícil pero que es necesario conocer y enfrentar”, puntualiza la ejecutiva del Museo.

El ex Servicio Nacional de Menores (Sename) fue creado por el Decreto Ley Nº 2.465 del 10 de enero de 1979, en plena dictadura civil militar. Este un organismo gubernamental, de carácter centralizado y colaborador del sistema judicial, dependía del Ministerio de Justicia y tenía a su cargo, la protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes, así como de los jóvenes entre 14 y 17 años que han infringido la ley, además de regular y controlar las adopciones.

Después de un largo período en que se levantaran diversas sospechas y acusaciones sobre el actuar de la institución, el año 2016 la situación tomó un nuevo cariz a raíz del caso de Lisette Villa, una niña de 10 años que falleció a causa de una asfixia provocada por dos funcionarias de centro administrado por el Sename.

A partir de numerosas investigaciones e informes realizados por la PDI e incluso Naciones Unidas, quedó al descubierto una trama de corrupción y abusos.

Según los informes entregados por estas fuentes, entre los años 2005 y 2015, han fallecido en el Sename 1.836 personas; de ellos, 1.188 son niños o niñas menores de edad. También se reportan durante este mismo periodo más de 2000 abusos hacia menores de edad.

Estas cifras serían solo la punta del iceberg de un problema conjeturalmente mayor, considerando que la institución fue fundada en 1979, por lo que queda un amplio período sobre el cual existe una total opacidad.

Cómo artista y cómo mujer abusada, Mónica Súnico se vincula con la aversión de una infancia violentada y borrada, para construir desde sus afectos, un relato manifiesto que yuxtapone sus vivencias y parte del camino que ha recorrido tras la reparación. En complicidad con la desamparada situación de los niños abusados en el Sename.

Colgados. (c) Macarena Ternicien
En la muestra Inocente silencio se pone en evidencia la vulneración de los derechos de estos niños entregados al Estado para su protección a través de la performance, video instalación, la construcción de objetos simbólicos e imaginarios del terror.

Inocente Silencio es antesala del trabajo que realizará el Museo de la Memoria y los DDHH durante todo el 2025, definido como el Año de la Infancia, lo que implica que su programación y actividades del próximo año tendrán énfasis en esta temática.

“En los meses que vienen multiplicaremos las iniciativas orientadas a indagar en la realidad de la infancia, buscando cruces y diálogos intergeneracionales, con el objetivo de aportar en la visibilización de un tema injustamente ausente del ojo público. Inocente Silencio marca el inicio de este proceso”, explica Fernanda García.

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