Esta investigación revisa la historia del Festival
Franco Chileno de Video Arte, desarrollado en plena dictadura - desde 1980/1981
hasta 1992 - y que se constituyó en una instancia trascendente de intercambio
cultural entre creadores nacionales y franceses.
El impulsor de este encuentro fue Pascal Emmanuel
Gallet, quien trabajaba en Asuntos Extranjeros del Ministerio de su país, y
encontró en Chile el apoyo de los diplomáticos en ejercicio de su Embajada, en
conjunto con el Instituto Chileno Francés de Cultura y diversos colaboradores,
profesionales de la imagen chilenos que se fueron sumando, en un momento de convulsión
política y en que el video arte era un lenguaje en ciernes entre los
realizadores nacionales.
Estas colaboraciones fueron fundamentales para dar
continuidad al Festival durante una década.
Además de representar los inicios de esta disciplina
en Chile, el Festival Franco Chileno de Video Arte fue un encuentro de la
contracultura en donde se reunían artistas de las más diversas áreas; todo el
que no tenía medios ni espacios de expresión encontraron allí un lugar de
resistencia, bajo la protección de la Embajada de Francia.
Dado el atractivo del video, cuya masificación era una
novedad en esa época, el Festival convocaba a una juventud heterogénea y a
profesionales del arte, el cine, la publicidad, las comunicaciones, el teatro,
la danza, la literatura, etc.
Fue un momento álgido e inédito de creación y acción
interdisciplinaria en la historia cultural chilena y un interesante intercambio
entre videastas chilenos y franceses. Todos los años, venían invitados que
representaban un momento efervescente de esta disciplina, en pleno
productividad en el medio europeo.
Cada vez se sumaron más videastas franceses,
generándose una relación profesional y afectiva que se ha extendido por
décadas.
El festival fue el preámbulo de la actual Bienal de
Artes Mediales y su producción entre 1981 y 1992 tuvo enorme influencia en la
televisión post dictadura y en la Franja del NO para el Plebiscito de 1988.
Representantes de las artes visuales chilenas, como Alfredo
Jaar, Mario Fonseca, Gonzalo Mezza, Lotty Rosenfeld, Eugenio Dittborn, Juan
Castillo, Sybil Bintrup; del cine y el audiovisual, como Gloria Camiruaga,
Gonzalo Justiniano, Augusto Góngora, Tatiana Gaviola, Germán Bobe, Cristián
Galaz, Francisco Fábrega; de las letras, como Raúl Zurita, Enrique Lihn,
Diamela Eltit, Francisco Casas y Pedro Lemebel, de la publicidad, el
periodismo, las ONG, etc. todos ellos iniciaron sus primeros trabajos creativos
en el contexto del Festival Franco Chileno.
A través de entrevistas a varios de sus protagonistas,
la investigación de Elisa Cárdenas intenta reconstruir la atmósfera que se
vivía en cada versión del Festival, que tenía lugar en noviembre, en la sede
del Instituto Chileno Francés de Cultura, en calle Lastarria (donde actualmente
se encuentra el restaurante Liguria).
Junto con ello, el trabajo está orientado al rescate
de las acciones de solidaridad de Francia, en una de las etapas más oscuras de
nuestra historia. El texto de Cárdenas pone énfasis en aspectos del contexto
social, político, profesional e incluso afectivo.
No es tanto un estudio sobre el video y sus comienzos,
como lo es sobre un momento, un hito inédito en plena dictadura, situándose
como investigación en el género de Historia Cultural.
La investigación El asilo a la cultura. En torno al
Festival Franco Chileno de Video Arte quedará albergada para consulta de
estudiantes, docentes, investigadores y público general, en los archivos del Centro
de Documentación de las Artes Visuales de CNAC Cerrillos, institución que
cuenta con una colección numerosa de videos realizados en el marco del Festival,
muchos de los cuales fueron exhibidos en la muestra Festival Franco Chileno de
Video Arte. 40 años, bajo la curatoría de Sebastián Vidal, en 2022.
El martes 4 de junio a las 12 horas, la periodista Elisa Cárdenas Ortega presentará su investigación y se proyectaran fragmentos de videos que participaron en este mítico Festival.
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