Se
acabaron las fiestas patrias, pero en la Casa Aleph sobran razones para seguir
festejando porque, este sábado, una de las compañías de teatro más antiguas de
Chile, celebra los dos años de su nuevo hogar con la inauguración de
nuevos espacios y talleres para toda la comunidad.
A
punta de esfuerzos ha crecido en La Cisterna un centro cultural dedicado 100%
al teatro comunitario, en el terreno entregado por el Ministerio de Bienes
Nacionales a la Compañía Aleph hace tan solo dos años y que ha ido
floreciendo entre sus vecinos, gracias a la entrega de todos sus miembros.
En
mayo, el Aleph inauguraba su sala de teatro “Julieta”, en homenaje a la madre
del fundador de la compañía, el actor Óscar Castro, y este sábado hará lo mismo
con su “Espacio aire yoga y pole dance”, el que
además albergará a la “Primera Escuela Comunitaria de pole
dance” de Chile.
Además,
la compañía, como parte de su metodología “alephiana”, en la que no existe
la competencia y en la que todos pueden ser actores, lanzará nuevos
talleres para los más pequeños de la casa, con cursos de pre teatro y teatro
infantil.
Otro
orgullo para festejar, es la condecoración “Gabriela Mistral”
otorgada a Óscar Castro en París, este 20 septiembre. De manos de la
embajadora de Chile en Francia, Marcia Covarrubias, el actor recibió el
reconocimiento a la labor que realiza en nuestro país y en Europa, en pro del
desarrollo de la cultura y las artes.
Este
sábado 23, durante las celebraciones, el Aleph (Eulogio Altamirano 7425, La
Cisterna) estará acompañado por grupos musicales de la comuna, los que a partir
de las 19:00 horas, amenizarán la fiesta finalizando con la tradicional sopa y
pan amasado hecho por los mismos actores.
La
entrada es liberada y a la actividad está invitada toda la familia.
La
primera escuela comunitaria de Pole Dance chilena, nace como una iniciativa que
la compañía desarrolla a través de un proyecto adjudicado por la Dirección
de Desarrollo Comunitario (DIDECO) de la municipalidad de La Cisterna.
Athenea
Lagos, integrante del Aleph y gestora de los talleres, explica que “está
dirigida a gente que normalmente no podría pagar por este tipo de clases y que
tampoco cuentan con todo el tiempo para hacerlo, como por ejemplo, dueñas de
casa”.
Los
talleres se realizarán de lunes a jueves en horarios dirigidos justamente a
quienes trabajan en sus casas o tengan un tiempo libre durante el almuerzo ya
que el objetivo, por, sobre todo, es entregar herramientas de exploración
interna para generar cambios mentales y psicosociales.
“El
pole dance es beneficioso porque ayuda a potenciar la musculatura, genera
cambios físicos, lo que, a su vez, produce también mayor confianza en sí
mismas”, afirma Lagos.
Los
horarios de los talleres son lunes y miércoles de 13:00 a 14:00 hrs y los
martes y jueves de 13:30 a 14:30 hrs. los cupos son limitados a 8 personas por
clase. Para Inscripciones y preguntas, hay que escribir al correo talleresaleph@gmail.com
El
Teatro Aleph nace junto al fervor universitario de fines de la década
del 60. Conformada en 1967 por un grupo de estudiantes del Instituto Nacional y
del Liceo N°1 de Niñas, encontró en Óscar “Cuervo” Castro un líder innato.
Su
debut fue ante el atónito público del Festival de Teatro Universitario Obrero y
Campesino de la UC, con la obra “Se sirve usted un cocktail molotov”. Una
creación sobre el ímpetu de la juventud, anclada en la creación colectiva y con
una serie de guiños al cómic y al humor de la época.
Instalados
en Lastarria 90 estrenaron Viva in-mundo de Fanta-cía. (1970), la que recibió
el premio a la mejor obra por la Asociación de Críticos de Arte. Hacia 1972,
el Aleph era considerado por la crítica como uno de los conjuntos
teatrales más vanguardistas de la época.
Entre
los montajes de este período se cuentan “Cuántas ruedas tiene un trineo”,
“Casimiro Peñafleta” y “Y al principio existía la vida”. Esta última obra
abordó el momento histórico que vivía Chile a través de metáforas y un fuerte
simbolismo. La música del montaje estuvo a cargo de Ángel Parra, quién firmó
con el seudónimo Luis Cereceda puesto que acababa de salir del campo de
concentración Chacabuco.
Un
mes después del estreno, la obra fue clausurada y
Óscar Castro y su hermana
Marieta fueron detenidos y trasladados a distintos centros de detención. Pocos
días después, la madre de ambos –Julieta- y John McLeod, miembro del grupo y
cuñado de Óscar Castro, pasaron a ser detenidos desaparecidos.
Óscar
y Marieta Castro fueron exiliados a Francia, en donde se encontraron con otros
antiguos integrantes de la compañía y fundaron el Teatro Aleph en
Francia, compañía que continuó con su éxito en el extranjero y este mes,
celebra su medio siglo.
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