jueves, 9 de noviembre de 2023

Orquesta Usach recibe a Rodolfo Saglimbeni

 En unas pocas semanas del verano de 1788, cuando tenía 32 años, el siempre prolífico Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) escribió las tres últimas sinfonías de su vida.

Como en otras ocasiones, atravesaba un periodo difícil: había abandonado una Viena golpeada por la guerra, tenía problemas económicos y se presume que sufría depresión. Vivía entre préstamos y urgencias, pero de esos días caóticos surgieron algunas de sus óperas más exitosas y también esa secuencia de tres célebres sinfonías. Entre ellas, quizás la más popular: la Sinfonía Nº 40 en Sol menor.

Reconocible de inmediato por la melodía de sus primeros compases, la Sinfonía Nº 40 cerrará el concierto que la Orquesta Usach ofrecerá este miércoles 15 de noviembre (19:30 horas) en el Teatro Aula Magna, con entradas gratuitas disponibles en Portaltickets

Antes, la agrupación presentará obras que tendrán a dos de sus integrantes como solistas: el Concierto en Re mayor para trompeta, cuerdas y continuo, del compositor italiano Giuseppe Torelli (1658-1709), que será interpretado por Claudio Anais; y la Fantasía para viola y orquesta del chileno Jorge Pacheco (1982), una pieza encargada por la Orquesta Usach, que tendrá como solista a Carolina Castillo. 

En unas pocas semanas del verano de 1788, cuando tenía 32 años, el siempre prolífico Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) escribió las tres últimas sinfonías de su vida. Como en otras ocasiones, atravesaba un periodo difícil: había abandonado una Viena golpeada por la guerra, tenía problemas económicos y se presume que sufría depresión.

Vivía entre préstamos y urgencias, pero de esos días caóticos surgieron algunas de sus óperas más exitosas y también esa secuencia de tres célebres sinfonías. Entre ellas, quizás la más popular: la Sinfonía Nº 40 en Sol menor.

Reconocible de inmediato por la melodía de sus primeros compases, la Sinfonía Nº 40 cerrará el concierto que la Orquesta Usach ofrecerá este miércoles 15 de noviembre (19:30 horas) en el Teatro Aula Magna, con entradas gratuitas disponibles en Portaltickets

Antes, la agrupación presentará obras que tendrán a dos de sus integrantes como solistas: el Concierto en Re mayor para trompeta, cuerdas y continuo, del compositor italiano Giuseppe Torelli (1658-1709), que será interpretado por Claudio Anais; y la Fantasía para viola y orquesta del chileno Jorge Pacheco (1982), una pieza encargada por la Orquesta Usach, que tendrá como solista a Carolina Castillo. 

“He estado varias veces con la Orquesta Usach y siempre me llamó la atención, porque me gusta muchísimo el formato de orquesta de cámara. Además, tienen una sala de conciertos que es de primer orden, por la sonoridad que produce la madera y su forma. Es realmente una bendición”, dice el director venezolano Rodolfo Saglimbeni, quien estará a cargo del programa.

Actual titular de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile, Saglimbeni es dueño de un nutrido currículum que registra estudios, conciertos y clases en países de América, Europa y Asia. Está acostumbrado a pararse frente a orquestas de gran tamaño, tiene experiencia en ópera y el catálogo musical más grandilocuente, pero asegura que este repertorio le produce algo diferente: “A veces digo que Mozart es Dios y que los demás son todos compositores”, ironiza.

“Una orquesta de cámara tiene una capacidad para hacer música muy fina. Es un formato hermoso y cercano, muy íntimo. Un poco en serio y un poco en broma, digo que, si me ponen una sinfonía de Mahler y una de Mozart, escojo la de Mozart. He tenido oportunidad de hacer sinfonías de Mahler y las amo, pero lo cristalino y la perfección de esta música es fantástica”. 

En particular, cree que en la Sinfonía Nº 40 de Mozart se anticipan algunas de las grandes transformaciones y rupturas que viviría la música, incluso siglos más tarde: “El tercer movimiento, el minueto, comenzó a sonar de una forma que luego desembocó en los scherzos de Beethoven.

Por otra parte, el movimiento final es de tal audacia armónica, que un compositor como Arnold Schoenberg, que en el siglo XX llevó la tonalidad hasta los confines, rompió con eso y creó el dodecafonismo, lo analizó y consideró que ahí ya hay algo de atonalidad. ¿Lo pensó así Mozart? Seguro que no, pero ahí está la genialidad y a los simples terrícolas nos toca sacar esas conclusiones”.

Rodolfo Saglimbeni. (c) Juan Pablo Garretón.
CEAC U.CHILE

Un estreno fantástico
El programa también incluye el estreno de la Fantasía para viola y orquesta, que fue comisionada al compositor Jorge Pacheco (1982) y será interpretada por Carolina Castillo. “Es una obra pensada para la Orquesta Usach, en que la viola es la protagonista desde el comienzo. La definiría como una composición clara, en el sentido de que su estructura es tradicional, con un comienzo rápido, una sección más lenta y un final virtuoso y muy rápido”, describe el autor.

Contrabajista, compositor y director, Pacheco se formó como músico en la Universidad de Chile y en el Conservatorio Nacional de París. 

Desde el año pasado vive en Puerto Montt, donde es profesor de la Universidad de Los Lagos y dirige la camerata de esa universidad. 

Aunque su catálogo de composiciones incluye repertorio de cámara, música para orquesta, piezas de videoarte y hasta una ópera inédita, es la primera vez que escribe para instrumento solista y orquesta.

 “En la música contemporánea se han dejado de lado los grandes géneros de la música de tradición escrita, como la sinfonía, el cuarteto de cuerdas o el concierto, porque tienen varias dificultades, pero en mi vida llegó un momento en que quise enfrentarme a ese desafío. Creo que estos grandes géneros de la tradición sinfónica todavía tienen mucho que dar”, concluye Jorge Pacheco. 

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