La autobiografía tiene mucho que ver con
la composición de las memorias y con el hecho de que, en estas últimas, y donde
el autor reflexiona ante todo sobre su vida interior, en cambio, cuando escribe
solo las memorias, se sitúa en el mundo de los acontecimientos externos y busca
dejar constancia de los recuerdos más significativos porque, el autor pone distancia
con los sucesos descritos, puesto que, por lo general, son personas que se
encuentran al final de su vida.
Por otro lado, en las memorias el protagonismo
lo tienen los acontecimientos rodeados de las circunstancias temporales y de
las personas que intervinieron en ellos, así como su contexto histórico.
Actualmente, las memorias
están en auge especialmente, porque este año ha surgido la nostalgia con fuerza
sobre todo, al cumplirse 50 años del Golpe de Estado que quebró muchas
historias personales y, además, está la disyuntiva si quienes las escriben lo
hacen por la nostalgia de tiempos pasados o para mostrar como cada hombre,
frente a un hecho histórico objetivo recuerda la historia.
Gore Vidal en su Palimpsest: a memoir
con una definición que se convertiría en canónica: “Las memorias son la manera
cómo recuerdas tu vida, la autobiografía es historia”.
En la Conferencia inaugural de la Feria
Internacional del Libro de las Universitarias y los Universitarios, realizada
en septiembre de 2022 (Filuni), Vivian Gornick expresa que “que hacer
literatura de una historia personal no es fácil.
Se requiere distinguir entre la situación
real y la historia por relatar; entre la persona que sé es en la vida diaria y
el narrador en la página; elegir lo que se cuenta y lo que se deja fuera.
Es necesario, además, que el narrador se
convierta en un personaje y en una voz confiable para el lector. Se trata de un
proceso subjetivo, que, sin embargo, no es caprichoso: una memoria se organiza
en torno a una idea, lo que escribo se acomoda para contarla. Lograr la
creación de este narrador es vital en una memoria. Hay que saber por qué se
habla, pero también quién habla. ¿Quién es este que soy yo hablando?”
Pedro Felipe Ramírez podría responder a
esa pregunta
En el mes de agosto de este año, Editorial
Catalonia presentó Catalonia presentó el libro "De Tomic a Boric. Memorias
de un ex ministro de Salvador Allende” en las cuales, se revela como un testigo
invaluable de los procesos políticos y sociales de Chile en los últimos
cincuenta años otorgándole al libro, un significado de documento histórico para
la mejor comprensión de nuestro pasado.
Protagonista de hitos claves de nuestra
historia, comenzó como un destacado dirigente juvenil, presidente de la FECH y
muy joven, fue parlamentario democratacristiano durante el gobierno de Frei
Montalva, donde patrocinó la “vía no capitalista de desarrollo”, con la Reforma
Agraria y el cambio educativo.
Impulsó la formación de la Izquierda
Cristiana (IC), apoyó al gobierno de la Unidad Popular y fue estrecho
colaborador del presidente Allende como ministro de las carteras de Minería y
de Vivienda.
Padeció la represión de la dictadura
siendo confinado en la isla Dawson, la reclusión en varias cárceles y también
el exilio que vivió en Venezuela y luego de su retorno en plena dictadura, pasó
a ser uno de los primeros dirigentes públicos de la izquierda, juzgado y
encarcelado por promover las demandas democráticas.
“Combinar la intimidad con la vida
pública, la experiencia política con la contingencia actual y las inevitables
conexiones que suscitan los recuerdos obliga a un vaivén narrativo más de
conversación que de ensayo, que puede romper un deseable orden cronológico pero
que finalmente estructura estas memorias”, explica Pedro Felipe Ramírez.
Un relato de gran valentía y
transparencia, que no niega una dimensión tan privada del autor como es la defensa
de su orientación sexual en tiempos que significaban una irremediable
marginación social.Pedro Felipe
Ramirez
Además, lo importante es que el relato no
se llena de nostalgias sino de enseñanzas pero no como lo haría un maestro en
la sala de clases, sino con un ejemplo de vida consecuente pero que muestra
también, el dolor que esa vida le causó a otros.
Como señala el poeta Jorge Montealegre: “Hay
mucho dolor en estas vivencias, así como hay una porfiada esperanza. Y más
enseñanzas que nostalgias y eso se agradece
Pedro Felipe Ramírez nació en Talca en
1941. Ingeniero, titulado en la Universidad de Chile y político. Militó en el
Partido Demócrata Cristiano hasta 1971. Fue presidente de la FECH y de la
juventud DC. Diputado en el periodo 1969-1973 y luego, ministro de Minería y de
Vivienda y Urbanismo durante el gobierno de Salvador Allende.
El libro fue presentado el viernes 25 de
agosto, en el Museo de la Memoria por la diputada Carmen Hertz y por Álvaro
Ramis, rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
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