Original
y vertiginosa en su narrativa y reflexiva en su esencia, la novela se desdobla
a través de la yuxtaposición de relatos que entablan un diálogo entre la
realidad histórica y la ficción.
Castillo
crea, así, una amalgama, en la cual cada fragmento, ya sea un personaje
emblemático o un hito médico, contribuye a una narrativa colectiva que indaga
en las tensiones entre la vida, la muerte, el poder de la ciencia, la
vulnerabilidad y las posibilidades de revancha de los subalternos, al ritmo de
la sístole y diástole”.
Desde su instauración en 1934, el premio ha evolucionado para abarcar un
espectro más amplio de géneros literarios. El jurado de este año, presidido por
la destacada periodista María Teresa Cárdenas, junto con un equipo de 18
renombrados agentes del libro y la lectura, tuvo la difícil pero gratificante
tarea de evaluar las numerosas obras presentadas.
Cada
obra fue sometida a un riguroso proceso de selección, valorando su
originalidad, profundidad y contribución al panorama literario nacional.
Sobre el libro
El autor de Muriendo por la dulce patria mía y Muertes
imaginarias vuelve con una novela vertiginosa, importante, de múltiples
espacios y personajes, a la que dio forma después de presenciar un trasplante
de corazón a un metro de distancia.
Aquí
la acción parece latir –sístole, diástole, sístole, diástole– mientras los
corazones se pierden, se roban, se veneran, se cosechan y salvan, y por obra y
gracia de la imaginación literaria un tejido de conexiones improbables une a
personas y personajes como Diego Portales, el doctor Jorge Kaplán, el
Presidente Frei Montalva, los rusos Serguéi Yudin y Alexander Bogdánov y el
pionero sudafricano de los trasplantes de corazón Christiaan Barnard con los
destinos del niño Manuel Meredith y su hermana, del joven Pedro Luna, el perro
Frankenstein y dos mujeres detectives, una de ellas manca y quizás rusa, las
que recorren Valparaíso cuando una guerra de secesión está en marcha y todo es
fogonazo y llamarada.
Roberto Castillo Sandoval es doctor en Literatura y Lenguas Romances de la
Universidad de Harvard. Ha publicado Muriendo por la dulce patria mía, Antípodas y Muertes
imaginarias, así como su traducción de Bartleby, el escribano.
Una
historia de Wall Street, de Herman Melville, y de Wakefield, de Nathaniel
Hawthorne. Es académico en el Haverford College de Pensilvania.
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