La exposición “Pu Mapuche”, fue inaugurada el
pasado viernes 9 de marzo, en el Museo Nacional Bellas Artes.
10 años, Luis Sergio, fotógrafo oriundo del
Perú, necesitó para concretar uno de sus más anhelados sueños: poder graficar
al pueblo mapuche, pero en toda su naturalidad y cotidianeidad, dejando de lado
estereotipos y postales turísticas.
El resultado de esos años de trabajo, de los
cuales pasó 4 años viviendo continuamente en las comunidades, se traduce ahora
en la exposición denominada “Pu Mapuche” (los mapuches, en mapudungún), que expone
un total de 65 imágenes que
detallan escenas, emociones y costumbres que, quizás, jamás se han apreciado con este nivel de naturalidad.
La elección de este importante recinto generó
que, de forma inédita, se cambiara la agenda de inauguraciones de muestras de
éste, por cuanto se quiso respetar las costumbres de quienes son los verdaderos
protagonistas de este evento artístico y de integración.
Luis Sergio explicó que “me demoré de 4 a 5 años a que me autorizaran
a entrar a un guillatún (ceremonia mapuche) y más de 3 años en lograr sacar una
foto de un machitún, en un hospital de Carahue. Años en conseguir la confianza
necesaria para poder enfocar y sacar fotos”.
Me puse a investigar y había muy pocos libros
fotográficos en Chile que retrataran al pueblo mapuche. Había uno muy turístico
que vi en su momento y no me pareció bien, pues se notaba que las imágenes
estaban manejadas. O sea, todo bien como retrato, pero esto era como la vida
cotidiana de los mapuche, pero en una situación montada”, recordó.
A sus 26 años, en el año 2004, emprendió la
búsqueda.
“Empecé a investigar en este afán por dar con
“los últimos mapuche”, como pensaba en ese entonces. Estaba equivocado. Quería
ir a un lugar que no fuera parte de la globalización, así es que partí a los
lugares más recónditos de Puerto Saavedra, Carahue, y lagos Budi e Icalma (este
último cerca de la frontera con Argentina)”, añadió el fotógrafo.
Fue Margarita Neiculeo (Q.E.P.D.) ayudó a
introducir al fotógrafo en las costumbres mapuches.
“Hubo mucha desconfianza conmigo, en un
principio. Me miraban de forma extraña, no les gustaba mi presencia ahí. Pero
ella, y es un recuerdo muy precioso que tengo, me llevó a la casa de una mujer
mapuche y ella me hizo un saludo oral, que es una especie de ceremonia de
bienvenida, lo que para mí fue muy hermoso. Comí, me quede en sus casas,
trabajé y compartí con ellos. Este proyecto no hubiese sido nada sin la
colaboración de esta hermosa gente”.
La elección del Bellas Artes, además, no es un
dato menor, ya que se modificó el protocolo de inauguración de exposiciones, para
adecuarse a las costumbres de los protagonistas del acontecimiento.
En un principio se pensó en realizar la
inauguración un día miércoles, o jueves, pero como los mapuches no pueden dejar
sus campos, ni sus animales durante la semana, como señaló una fuente del
museo, razón por la cual se determinó este viernes 9 de marzo, a las 19.30
horas.
Así, será ocasión para vislumbrar la manera de
vivir del pueblo ancestral, sus ritos funerarios, ceremonias sagradas, juegos
tradicionales, sus niños, el trabajo en los cultivos e, incluso, el
amedrentamiento de la policía en sus propias tierras, entre otras imágenes que
maravillan por su inocente franqueza.
Posteriormente, las fotografías serán
presentadas en abril, en un libro denominado igualmente “Pu Mapuche”.
“Este es mi tercer libro y me gusta porque me
reuní con las personas indicadas para lograrlo: el que traduce al inglés, al
mapudungún, la correctora, y la diseñadora, que se instruyó sobre cultura
mapuche para incorporar en el diseño simbolismos mapuche”, señaló el fotógrafo
y artista visual peruano.
La exposición “Pu Mapuche” estará montada en
el Museo Nacional Bellas Artes hasta el domingo 6 de mayo.
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