La Corporación Cultural
de Las Condes presenta en la Sala
de Arte, ubicada en el Centro Cívico de la comuna (Apoquindo 3300 piso 29), la
exposición MARTIN GUSINDE, EL ESPÍRITU DE LOS HOMBRES DE TIERRA DEL FUEGO, la
más extensa que se haya realizado en Chile de las fotografías captadas por el
sacerdote y antropólogo de origen alemán y uno de los escasos registros que se
conservan de los pueblos kawésqar, selk’nam y yagán.
La muestra –que culmina su itinerancia en
nuestro país- estará abierta al público entre el 16 de marzo y 12 de mayo de
2018, en la Sala
de Arte Las Condes, que inaugura así una nueva etapa, dedicándose en forma
exclusiva a mostrar fotografía de nivel internacional.
La exposición de 147 fotografías ya ha recorrido
Europa, Japón y Sudamérica.
Inició su itinerancia en 2015 en los Encuentros
Internacionales de Fotografía de Arles, Francia y luego estará presente en
Colombia.
Las imágenes, tomadas por el antropólogo con
placas de vidrio a principios del siglo XX, se conservan en el Anthropos
Institut de Alemania.
La curatoría corresponde a Christine Barthe y
Xavier Barral, encargados de los archivos de fotografía del Musée du Quai
Branly de Paris. Barral es además autor del libro homónimo que dio origen a la
exposición itinerante.
Con la gestión de Verónica Besnier, la
exhibición cuenta con el apoyo de Anthropos Institut de Alemania, Región Ile de
France, el Instituto de Cultura Francés, la Embajada de Francia en nuestro país, y CEXLA,
Corporación de exalumnos del Liceo Alemán de Santiago.
En la
Sala de Arte Las Condes, la exposición se complementará con
documentales, música, charlas y visitas guiadas, que den cuenta del
indiscutible valor patrimonial de las etnias fueguinas.
Verónica Besnier explica que “con esta muestra,
se puede aquilatar la importancia del trabajo realizado por el misionero
germano, quien llegó a Chile en 1912. Entre 1918 y 1924, Gusinde realizó cuatro
expediciones a Tierra del Fuego, documentando, a través de escritos y
fotografías, la cultura material y espiritual de estas etnias”.
“Tener acceso hoy a este material es realmente
un privilegio, ya que se trata de piezas únicas que se han convertido en la
principal fuente para conocer a nuestros pueblos originarios”, añade Beinier.
El aislamiento de Gusinde en estos parajes del
fin del mundo, otorga a su trabajo una particular singularidad y una
profundidad extraordinaria. Produce con el apoyo de un sistema fotográfico
“portátil” (para los estándares de la época), más de un millar de fotografías,
un acervo que constituye un árbol genealógico y social de estas comunidades.
A diferencia de sus contemporáneos, Gusinde
fotografía el cuerpo en sus manifestaciones más extraordinarias, adornados con
plumas y tocados de corteza de árbol, con pieles de guanaco y cubiertos de
pinturas rituales.
Fotografiados en un entorno azotado por fuertes
vientos, lluvias o cubiertos de nieve, en medio de una naturaleza descrita por
Darwin como dura e inhóspita, enmarcados en actitudes codificadas por el rito,
estos pueblos del fin del mundo son el testimonio de una sociedad en su fase
crepuscular.
Las fotografías de Martín Gusinde son en sí
mismas una experiencia visual deslumbrante, un monumento en dos dimensiones a
la memoria de los pueblos fueguinos, un testimonio único dotado de una potencia
excepcional.
A juicio de los curadores Christine Barthe y
Xavier Barral, “el misionero alemán Martin Gusinde sigue siendo el único
antropólogo que ha podido realizar un estudio profundizado de las sociedades
selk’nam, yagán y kawésqar, que ya por entonces se habían reducido
considerablemente”.
“En el
marco de una etnografía de salvataje característica de su época, Martín Gusinde
utiliza una metodología de la observación que apela en gran medida a la
fotografía.
Los 1200 clichés que trae de su vivencia
constituyen un testimonio único y en lo que hubiera podido quedar como un
ejemplo del clásico recorrido de un misionero etnógrafo, hoy aparece una experiencia
de terreno sin igual ya que el misionero
alemán, se adentra profundamente en el seno de esas sociedades hasta ser
introducido en el rito iniciático del hain (Selk’nam)”
El horario de apertura al público es de lunes a
viernes de 10:00 a 19:00 horas y los sábados entre las 10:00 y las 14:00 horas.
La entrada es liberada.
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