martes, 23 de enero de 2018

Se inaugura Bucrania “Fosilizar la huella”.



Con el propósito de interpelar la historia del edificio del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) y su colección, el escultor chileno Pablo Concha presenta Bucrania, fosilizar la huella, intervención que se inaugura el martes 23 de enero y se presentará hasta el 18 de marzo.

El artista, representado por la galería One Moment Art, fue invitado a montar una serie de diez cráneos de animales fosilizados con metal en el hall del MNBA, para ponerlos en diálogo con las esculturas de fines del siglo XIX y principios del XX que son parte de la muestra Tránsitos. Colección de esculturas MNBA, curada por Gloria Cortés.

Concha, rescata e imita el proceso de petrificación natural propio de las materias orgánicas, llevando a cabo una técnica de fosilización con aluminio o bronce líquido. El metal se vierte en las cavidades de los cráneos, los que se calcinan, dejando ver los huesos faciales más duros y un volumen de metal con la forma del cerebro y sus senos frontales.

"La fosilización es un proceso natural ocurrido bajo ciertas características de presión y temperatura en donde material sedimentario penetra en tejidos orgánicos como los huesos, vaciándose como si fueran moldes y transmutando la forma de éstos a material pétreo", explica el artista.

La relación del trabajo del artista con los ornamentos llamados bucráneos utilizados en el Palacio de Bellas Artes motivó a Gloria Cortés a invitarlo a participar en un ciclo de intervenciones que se llevarán a cabo durante 2018 en la exhibición Tránsitos.

“La obra de Concha interpela a la historia del edificio y de su colección, introduciendo una crítica a la fosilización del canon convencional. El artista apela a la historia cultural del siglo XIX y a la añoranza a un cierto pasado grecolatino como construcción genealógica europeizante, para cuestionar la tradición desde los restos fragmentados de la muerte, gesto crítico e irónico que permite resituar los imaginarios establecidos por la hegemonía de los espacios modernos que introducen el concepto de ‘nación’”, cuenta la curadora.

El bucráneo (o bucrania) es un relieve ornamental en forma de cráneo de buey, de cuyos cuernos penden guirnaldas. Deviene de las ceremonias de sacrificio griegas y romanas y se incluyó en los templos del mundo clásico.

Los arquitectos renacentistas lo transformaron en un ornamento de gran influencia, despojándolo de su sentido original e incorporándolo en sus tratados. En el siglo XIX se utilizó en los nuevos edificios republicanos para evocar la romanidad.

Esta añoranza al mundo clásico se vio reflejada en el encargo del gobierno chileno para adquirir reproducciones de las esculturas más importantes de la antigüedad (el Museo de Copias) que tomó forma final en 1911.
Un año antes, el arquitecto Emilio Jéquier introdujo los bucráneos en los frontones laterales del edificio del Museo Nacional de Bellas Artes.

Pablo Concha (1984), cursó dos años la carrera de veterinaria y luego ingresó a la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Chile.

En 2010 obtuvo el título de escultor y tres años después realizó una maestría en artes visuales en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), egresando como Maestro en Artes Visuales con mención en Arte y Entorno.

En 2015 recibió la Beca de Excelencia para Estancias de Creación Artística del gobierno de México, para el desarrollo del proyecto escultórico Nuevos Monumentos, a partir del cual instaló esculturas en parques de la CDMX.

Actualmente trabaja en México y Chile, desarrollando trabajos de gran formato emplazados en la vía pública y esculturas de mediano formato para exhibirlos en centros culturales.

Ha participado en exhibiciones y festivales tanto en Santiago (Museo de Arte Contemporáneo, Centro Cultural Gabriela Mistral, Centro Cultural Matucana 100 y Centro de Arte Contemporáneo de Cerrillos), como en Buenos Aires, Ciudad de México (Museo ex Teresa de México) y Nueva York (Bienal de Arte Latinoamericano de Bronx).

En febrero inaugurará una exposición en el Museo de Arte Contemporáneo de Lima, Perú, consistente en una intervención escultórica con madera amazónica simulando pepitas de oro de distintos tamaños, como un llamado de atención por la deforestación y daño a la selva amazónica producto de la extracción de oro.

One Moment Art (OMA) es una galería fundada en 2014, cuya misión es instalar a estos autores en espacios patrimoniales, museos, centros culturales y lugares de acción cultural. Actualmente representa a siete destacados artistas nacionales y ha materializado 11 exposiciones en los espacios más importantes de Chile.

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