En
su segunda versión, realizada entre el 6 y el 24 de junio de este año,
participaron cerca de 30 dirigentes y líderes, vecinas y vecinos y personas
implicadas en iniciativas colectivas de distintas comunas de la región del
Maule.
Los
talleres fueron impartidos por los académicos de la UCM Javiera Cubillos
Almendra, Ximena Cuadra Montoya, Claudia Jordana Contreras y Francisco Letelier
Troncoso. Se realizaron en un formato híbrido (presencial y remoto) y se
organizaron en cuatro módulos, por un total de 18 horas, que incluyeron
tutorías y una jornada de presentación de proyectos finales.
En
la Escuela se abordaron cuatro temáticas: territorialidades comunitarias,
feminismos, medioambiente y trabajo, buscando promover el desarrollo de
competencias para el diseño de agendas comunitarias articuladas
territorialmente y con mayor autonomía y pertinencia territorial.
Uno
de los participantes fue Alexis Ramírez González, estudiante de la carrera de
Administración Pública de la UCM, sede Curicó, para quien fue relevante que el
foco estuviera puesto en distintas áreas de la vida cotidiana: “Valoro más que
todo comprender cómo uno es un actor dentro del territorio, cómo apropiarse del
espacio y la importancia que eso tiene, a su vez, lo necesario que es tener una
red de apoyo, que a veces está invisibilizada”.
El
primer módulo estuvo a cargo del académico Francisco Letelier, y buscó
reconocer la existencia de múltiples escalas territoriales para la acción
comunitaria, invitando los participantes a reflexionar sobre las diferentes
formas posibles de ocupar el espacio y transformarlo, desde una lógica no
estatal o mercantil, sino más bien desde el compartir y cooperar.
El
módulo dos, denominado “Mujeres, feminismos y dimensión comunitaria de los
cuidados”, lo realizó la docente Javiera Cubillos, y abordó el concepto de
“pobreza de tiempo”, particularmente importante en el caso de las mujeres, que
normalmente se hacen cargo, además de su trabajo, de los cuidados vinculados a
la familia y el hogar, y de la participación comunitaria.
El
módulo sobre “Participación ambiental comunitaria” fue impartido por la
profesora Ximena Cuadra Montoya, y en él se visibilizó la importancia de las
prácticas cotidianas de participación comunitaria, además de los conflictos
ambientales y sufrimiento ambiental.
Finalmente,
el cuarto módulo de “Trabajo: proximidades y articulaciones entre el trabajo y
lo comunitario”, realizado por la académica Claudia Jordana Contreras, realizó
un recorrido histórico sobre la relación entre la esfera laboral y la social,
valorando aquellos trabajos que a veces son invisibilizados.
De
acuerdo a Lorena Arán, fotógrafa y directora ejecutiva de la Corporación
Ciudadanía de Talca, “los aprendizajes que me entregó este espacio formativo
tienen que ver con la posibilidad de tener una mirada actualizada, que nos
permite agregar componentes para hacer un análisis desde dónde vienen estos
movimientos, dónde estamos y dónde queremos ir, y cómo estos horizontes nos
permiten ir avanzando en una participación incidente con perspectiva de derecho
y un enfoque de género” comentó.
Además,
agregó que fue súper enriquecedor escuchar las propuestas de trabajo de las y
los participantes que venían de distintas localidades del Maule. “Todos
hablaban de sus deseos de transformar sus comunidades”.
Para
Alexis, quien impulsa un proyecto de huerto comunitario en Curicó, lo aprendido
en la Escuela es valioso “para trabajar comunitariamente, educarnos y crear
conciencia ecológica, a través de un trabajo en conjunto y de apropiación del
espacio público”, cuenta el estudiante.
Y
no solo lo pedagógico fue destacado por Alexis “me voy con una experiencia
súper positiva, aprendí bastante, los profesores sabían mucho y eran muy
amables, es a destacar ya que no siempre se tiene la experiencia de compartir
con gente buena onda y que sepa del tema. Entré sin expectativas y me voy con
hartos conocimientos para mirar lo comunitario de una manera distinta”.
Lorena
Arán dice que es relevante que las universidades cumplan con la responsabilidad
que conlleva estar insertas en una región.
Por
lo que, a través de encuentros como estos, en donde se comparte y se
reflexiona, hay una oportunidad de ir ampliando este tejido social vinculante”,
dijo Lorena.
Ahora lo que viene es la etapa de seguimiento, en donde buscarán conocer el impacto que ha tenido la iniciativa en las personas y las propias comunidades de cada una y uno de los participantes de la Escuela de Formación Comunitaria.
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