“Hanacpachap cussicuinin” es una frase en quechua que se puede traducir al español como “Alegría del cielo”.
También es el título de una música creada hace unos cuatro siglos, la primera pieza polifónica cuya partitura se publicó en América, que en pocos minutos simboliza cómo la cultura de los pueblos originarios se infiltró entre la música europea y la religión impuesta por la colonización española.
Lleno de simbolismo y aún de misterios, ese himno dedicado a la Virgen María y editado en 1631 por el sacerdote Juan Pérez Bocanegra en la antigua Ciudad de los Reyes (la actual Lima) abrirá el próximo concierto de Syntagma Musicum: El culto mariano en el Barroco americano es el título del programa, que se podrá escuchar este miércoles 23 de agosto (19:30 horas) en el Teatro Aula Magna Usach. Las entradas son gratuitas y se encuentran en el sistema Portaltickets.
Esa ocasión, sin embargo, no será la
única: el grupo de música antigua lo interpretará también el lunes 28 de
agosto (20:00 hrs.) en el Teatro Municipal de La Serena, en el marco
del III Festival Internacional de Música Colonial que
organiza la Fundación Villanueva, que se desarrollará entre el 25 y el 29
de agosto. La entrada para esa presentación es liberada.
“El ‘Hanacpachap’ es una marcha
procesional, un himno a la Virgen, pero muchos de los términos que usa
para asociarse a la religión católica fueron tomados de la mitología inca. Es
sincretismo puro”, subraya Franco Bonino, director de Syntagma
Musicum Usach. “Se asocia la Virgen con la fertilidad de la tierra y no es que
ella ayude a que la tierra sea más fértil, sino que ella es la tierra
fértil”.
Eran piezas musicales que solo podían
brotar en un continente donde la devoción por la figura de María tenía especial
fuerza. Amalgamado con las tradiciones locales, ese personaje se volvió más
importante de lo que ya era: “El culto de la Virgen en Europa, muy presente en
el catolicismo, es bien particular, porque se relaciona con antiguos cultos
mediterráneos a deidades femeninas de la fertilidad, cosa que no pasa con el
protestantismo.
Cuando llega a América, eso se refuerza
con las deidades femeninas como la Pachamama, acercando su culto a niveles de
divinidad. La fiesta de la Natividad de María, el 8 de septiembre, era en
América tanto o más importante que la Navidad el 25 de diciembre, por ejemplo,
y la Virgen aparece frecuentemente representada en una figura triangular,
como una montaña”, detalla Franco Bonino.
En sus 45 años de existencia, Syntagma Musicum Usach se ha
distinguido por un trabajo que no solo contempla la interpretación de música
medieval, renacentista y barroca, sino también por la investigación sobre los
contextos y las fuentes de las que proviene esa música. En esa línea se enmarca
el concierto dedicado al culto mariano: “Es fascinante cómo ciertos
fenómenos culturales se van reinventando y resignificando”, dice el flautista y
director del conjunto.
De esta manera, la veneración por la Virgen se reflejará en más de una docena
de piezas, compuestas por músicos europeos cuyas obras circularon en América,
como el italiano Leonardo Leo y el español Santiago de Murcia,
y otros que directamente cruzaron el Atlántico: el también italiano Roque Ceruti,
por ejemplo, vivió en Lima, mientras que su compatriota Domingo Zípoli llegó
a las misiones jesuitas de Paraguay y luego se estableció en Córdoba, Argentina.
Syntagma Musicum junto al Coro Madrigalista USACH (c) Mila Belén |
De “Zuipaqui Santa María”, por ejemplo, se conocen dos letras radicalmente distintas: “La versión en lengua indígena es amorosa, con una Virgen acogedora, obviamente para que la escuchen los indígenas.
En cambio, el texto en latín es absolutamente bélico y la Virgen es una especie de general de los ejércitos divinos. En esos dos mensajes para la misma pieza se puede resumir lo que fue la historia de la dominación española acá”, concluye Franco Bonino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario