El proyecto fue diseñado por GUN
Arquitectos y producido por Common Land Studio, contó con la asesoría de
Fundación Chilco y Acuáticas Vivero, y fue financiado por el Programa Ciencia
Pública 2023 del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.
El objetivo de su creación es entregar a
las comunidades del museo, que en 2024 recibió a más de 380 mil visitantes, una
experiencia de acercamiento a la naturaleza mediante una mirada
interdisciplinaria, que cruza la arquitectura, la botánica, la hidráulica y el
paisajismo, en una propuesta que representa un paisaje de la zona norte y
centro de Chile.
Y lo que estamos inaugurando hoy día, es
un laboratorio natural de biodiversidad, donde se reúnen muchas especies y
están ocurriendo muchas interacciones entre ellas y está abierto a las todas
las personas, niños, niñas, jóvenes y adultos que visitan el museo”.
Fue diseñado para potenciar la
biodiversidad en el severamente árido entorno urbano de Santiago, y en especial
de La Granja, una de las comunas de la capital con menor densidad de áreas
verdes, según el Catastro de Parques Urbanos del Ministerio de Vivienda y
Urbanismo.
También apunta a reconocer la importancia
del agua y las especies asociadas a su existencia, siendo un proyecto no solo
innovador, sino que también un aporte a generar una nueva comprensión de lo que
es la interacción con la naturaleza y su cuidado.
“Un espacio como este abre la conversación
no solo en relación a la naturaleza, sino que también sobre cuál es nuestro rol
dentro de ella, es decir, de qué forma nos cuida y cómo nosotros la cuidamos.
Cómo comenzamos a concebir estos espacios
como lugares que pueden existir dentro de las ciudades y que son necesarios
para incrementar su biodiversidad, lo que tiene una dimensión afectiva muy
profunda porque nos hace pensar de manera colectiva y nos da la calma para
poder observar estos ecosistemas, a veces mucho más pequeños de lo que estamos
acostumbrados, pero que normalmente pasan desapercibidos a nuestro alrededor”,
indicó Jorge Godoy, arquitecto de GUN Arquitectos y coautor del Espejo
Cosmobotánico.
El anillo de vegetación que ha crecido en
el Espejo Cosmobotánico es producto de la instalación de más de 1.500 sacos
cargados de tierra orgánica y semillas, creando con el paso de los meses una
masa vegetal de hierbas, juncos y una creciente población de insectos, aves y
mamíferos que han encontrado aquí un hogar y espacio de resguardo.
De esta forma, actúa como banco de
colecciones vivas para conservar especies nativas cuyo material genético es de
procedencia conocida, en una iniciativa que se desprende del International
Conifer Conservation Programme (ICCP) del Jardín Botánico de Edimburgo, en
Chile liderado por la Fundación.
El Espejo Cosmobotánico puede ser contemplado por visitantes del museo, quienes podrán observar el paisaje circundante en medio de una atmósfera de sonidos, texturas, aromas, colores y formas, y observar procesos biológicos de formación de microclimas, incorporación de nuevas especies vegetales y animales.
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