“Sería difícil para mí decir
por qué elegí estudiar los hábitos del lagarto. Más bien, la lagartija fue un
pretexto para contar una historia sobre la compleja relación que existe entre
la especie humana y otras especies, especialmente aquellas que, desde nuestra
perspectiva humana, parecen insignificantes y a veces incluso repulsivas”,
comentó Sonia, haciendo hincapié en que se centra en la filosofía contemporánea
de la Ecología Oscura de Timothy Morton, que plantea que los
seres humanos deben coexistir de una manera menos hostil con el entorno; y en
el Tercer Paisaje de Gilles Clemente, que postula la
existencia de vida en espacios que se consideran abandonados.
“Para mí, el desierto de Atacama es un
magnífico «campo de pruebas», donde han podido germinar estos conceptos
filosóficos contemporáneos en el transcurso de mi trabajo”, recalcó Sonia,
luego de estar dos semanas en San Pedro de Atacama visitando Tulor, Laguna
Chaxa, Valle de la Luna, Valle de la Muerte.
Además, recorrió ex salitreras y pueblos
abandonados como Pampa Unión, Pedro de Valdivia, Anibal Pinto y Chacabuco. En
muchos de estos lugares realizó performances en donde se personificaba como
lagartija, acción que se conecta con sus anteriores trabajos donde también se
ha transformado en un Yeti y un perro.
“Las realizaciones que vengo
haciendo desde hace unos años forman parte de un concepto posthumanista, no
dejo de preguntarme por qué los humanos tendemos a tratarnos de forma
privilegiada. ¿En qué somos supuestamente mejores que, por ejemplo, las hormigas?
Somos diferentes, pero, ¿somos mejores? También me interesan las entidades
híbridas, con un estatus poco claro”, afirmó la artista.
Todo esto también lo comentó
en la charla Ante lo desconocido, actividad de cierre de su
residencia que se realizó el 18 de diciembre en ISLA, donde expuso sobre sus
experiencias, intervenciones efímeras alrededor del mundo y sus proyecciones a
futuro con lo estudiado en Antofagasta.
“Tengo mucho interés en
desarrollar/postproducir video performances y mostrarlas en forma de
videoinstalaciones – películas en diversos lugares culturales interesantes. Por
otro lado, con motivo de las exposiciones, también me gustaría contar la
historia del norte de Chile, de la complicada relación entre la industria y la
conservación de la naturaleza”, agregó la residenta.
Así despedimos a Sonia a quien le deseamos el mayor de los éxitos en su investigación en Patagonia. Con su estadía cerramos las residencias del año 2024, preparándonos así para seguir recibiendo a artista durante el 2025.
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