miércoles, 18 de octubre de 2023

Llega a librerías el segundo tomo de la reedición de “Chile: la memoria prohibida”

 Escrito por Rodrigo Atria en completo secreto entre 1982 y 1987, y publicado en 1989, Chile: la memoria prohibida se transformó rápidamente en un texto fundamental y revelador, que narra los pormenores del fin del gobierno de la Unidad Popular y los oscuros años de la dictadura.

Esta publicación es resultado de una minuciosa investigación, liderada por Augusto Góngora, en la que participaron Eugenio Ahumada, Javier Egaña, Carmen Quesney, Gustavo Saball y Gustavo Villalobos. 

"Augusto había reunido un grupo de trabajo, todas personas que estaban, o habían estado, vinculadas al Comité Pro Paz y a la Vicaría de la Solidaridad y llevaban un tiempo reuniendo y organizando información sobre los casos más significativos de violaciones a los derechos humanos. Sin embargo, no habían resuelto cómo presentar esa información en una narración", recuerda Atria de la época en que se inició el proyecto. 

 "Yo volví a Chile, desde el exilio, a mediados de 1982 y él fue uno de los primeros amigos que me recibió en su casa apenas regresé (...) Me presentó al grupo en una reunión y yo expuse lo que me parecía era la mejor fórmula narrativa para darle cuerpo a un libro. A partir de ese momento, empecé a escribir el texto que, bastante tiempo después, pasaría a llamarse Chile: la memoria prohibida", detalla el periodista. 

Las indagaciones realizadas para el libroprecedieron a la Comisión Rettig, la Mesa de Diálogo o la Comisión Valech, y sirvieron para establecer con hechos y pruebas la realidad política y social chilena en su periodo más sombrío.

 "No obstante que trabajamos el libro en plena dictadura, con las dificultades evidentes para verificar nuestros datos, no hubo entonces ningún desmentido a la información que entregamos al público", asegura Atria. 

"Recuperada la democracia, mucha de esa información ha pasado a constituirse en una verdad demostrada o establecida, ya sea por las Comisiones de Verdad −como es la existencia de detenidos desaparecidos− o por los propios Tribunales de Justicia, −como por ejemplo el reciente dictamen de la Corte de Apelaciones de Santiago en el caso del asesinato de Víctor Jara−", añade el autor.

De acuerdo con el escritor, "estas son verdades plenas que, por lo tanto, no pueden ser objeto de negación. No constituyen materia opinable: son simplemente verdad. Y la verdad, cuando es tal, no entra en el ámbito de la opinión o de los juicios de valor".

Una reedición imprescindible

 En su primera edición, esta obra se dividió en cinco tomos. Sin embargo, dos de ellos se extraviaron y jamás lograron ver la luz. A cincuenta años del golpe de Estado, Grupo Planeta ha vuelto a poner en circulación este registro imprescindible de nuestra historia reciente. “Entre una edición y otra median más de treinta años.

Esto significa que la generación de jóvenes que está asumiendo las posiciones de trabajo y de decisión, pública y privada, en Chile no conoció de primera mano lo que se narra en sus páginas”, comenta Atria. 

Sobre el proceso de reedición y la posibilidad de reencontrarse con este texto, el autor menciona:  

"Fue impactante constatar lo vigente que es el libro, porque esto revela cuánto es lo que, como sociedad, nos falta por avanzar en la conciencia colectiva del valor que tienen los derechos humanos y el respeto hacia el otro; cuánto nos falta por asumir el rechazo no solo de su relativización, sino también de la distorsión deliberada y la falsía, consciente o inconsciente, de los actos que llevaron a su violación sistemática". 

Chile, la memoria prohibida es un testimonio indeleble de las violaciones a los derechos humanos ocurridas en el país. El relato contenido en estas páginas informa respecto de los hechos y sus protagonistas, mientras nos obliga a preguntarnos por el rumbo que ha tomado nuestra historia y enriquece la comprensión de nuestro pasado y presente.

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