En sus 21 libros publicados a la fecha retrata fielmente la pampa del norte del país, la nostalgia de sus paisajes y sus habitantes.
En ellos plasma una infancia donde
transitó por las oficinas de las salitreras Algorta, María Elena y Pedro de
Valdivia, para luego pasar su adolescencia en Antofagasta y conocer Latinoamérica
en su juventud.
Hoy, Hernán Rivera Letelier (Talca, 1950)
se convirtió en el ganador del Premio Nacional de Literatura 2022, máxima
distinción que entrega el Estado a las creadoras y creadores que han destacado
por su excelencia, creatividad y aporte trascendente en el campo de las letras.
El anuncio fue realizado este mediodía por
la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Julieta Brodsky
Hernández, tras una deliberación (en sesión híbrida) de cerca de dos horas, del
jurado que preside. Éste destacó al autor de “La contadora de películas” y “Santa
María de las flores negras” por “su capacidad de retratar y poner en valor el
imaginario e identidad del norte de Chile y la del patrimonio de su territorio
y de su gente con un estilo único, proyectándose como un gran contador de
historias”.
“Estoy muy contento y agradecido, realmente
no me lo esperaba”, dijo el escritor al conocer la noticia. “Las historias de
la pampa y del desierto son muy importantes dentro de la historia de Chile, que
está olvidándose, que incomoda a algunos sectores políticos, que está llena de matices
sociales, morales y laborales, de masacres y matanzas.
Yo la desenterré y se la comuniqué a las
generaciones nuevas, no sólo en mi país sino en todo el mundo. Me siento muy
agradecido de la recepción que han tenido mis libros”, reconoció el autor.
La ministra Brodsky explicó que “uno de
los criterios decisivos fue la transversalidad de Hernán Rivera Letelier, quien
ha logrado atraer nuevos lectores y lectoras y permear en distintas capas de la
sociedad a través de su escritura. Junto con ello primó que se trate de alguien
que representa tan vivamente un territorio y una geografía del país, y que ha
logrado transmitirlo tanto en Chile como en el extranjero.
Además, hablamos de una persona de una
relevancia que ameritaba este reconocimiento, al que ya había estado nominado
con anterioridad”.
El acta consigna también que “su obra es
ampliamente reconocida tanto a nivel nacional como internacional y que a través
de ella ha logrado promover masivamente la lectura en sectores transversales de
la población. También se valora la capacidad de su obra de dialogar con otros
lenguajes del arte como el cine, el teatro, artes visuales, entre otras
disciplinas”.
El jurado de este año estuvo compuesto
también por la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Deves; María Eugenia Góngora,
representante de la Academia Chilena de la Lengua; Elisa Araya, rectora de la
Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación en representación del
Consejo de Rectores; las personas designadas por el Consejo Nacional de las
Culturas, las Artes y el Patrimonio: la periodista y académica Andrea Palet y
el escritor y editor, Matías Rivas y el último galardonado con el Premio
Nacional de Literatura en 2019, Elicura Chihuailaf.
“En muchas de las candidaturas pudimos ver
representada la realidad de este país, muchos de ellos y ellas apelando a la
memoria de un país bastante desmemoriado. Las y los postulantes tienen en sus
obras esa enseñanza, la esperanza para las niñas, niños y jóvenes que en el
futuro van a tomar el camino que en este momento encabeza nuestro querido
colega Hernán”, dijo Chihuailaf sobre el proceso de deliberación que calificó
como “una conversación muy constructiva”.
El máximo galardón de la literatura
nacional se creó en 1942 y es entregado cada dos años a los escritores y
escritoras nacionales que, con su aporte a las artes y a la cultura, dan a
conocer a la historia de Chile la excelencia, desarrollo y creatividad que
tienen sus obras.
El reconocido obtendrá un diploma, un
monto cercano a los $23.000.000 y una pensión vitalicia mensual equivalente a
20 UTM.
Hernán Rivera Letelier (Talca, 1950) es
sin duda uno de los autores chilenos contemporáneos más leídos. Con 30 años de
trayectoria y con sus obras traducidas a más de 21 idiomas, ha sido capaz de
retratar y rescatar el mundo de las salitreras y el norte del país, obteniendo
gran reconocimiento a nivel nacional y mundial.
Su primera novela, “La Reina Isabel cantaba rancheras”, fue premiada por el Consejo Nacional del Libro y la Lectura en 1994, siendo también adaptada al teatro y transformándose en una de las obras con mayor difusión a nivel nacional. Desde el mismo momento de su publicación, la prosa de Rivera Letelier se instauró como una de las obras más originales y destacadas del país.
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