El año 2021 se creó el primer Comité de Públicos Programadores (CP+P) de la Escuela de Teatro Universidad de Valparaíso, gracias a que el Centro Cultural Par 56 fue seleccionado por la Convocatoria de Programación y Públicos para Espacios Culturales del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
Este año está en ejercicio el segundo
(CP+P), quienes se encargan de seleccionar las obras que forman parte de las
temporadas Sala Negra 2022.
Hasta el 25 de septiembre se reciben postulaciones de
obras de distintas disciplinas escénicas: teatro, performance, danza, narración
oral, títeres, marionetas, circo. Para solicitar las bases y formulario de
postulación escribir un correo a extension.teatro@uv.cl o en la biografía del Instagram
@escuelateatrouv.
Christopher Ortega, Coordinador del Área de Extensión
Escuela de Teatro UV, comenta: “Como Sala de una escuela de teatro de una
institución pública tenemos el rol de seguir programando actividades
artístico-culturales que nos vinculen con nuestro entorno y que vinculen el
entorno con nosotres.
En ese sentido, el rol de la sala es uno de promoción
y difusión de artes escénicas a nivel local, muy relevante, porque ya tiene más
de diez años de trayectoria y para la gente que participa de la actividad
cultural del teatro en específico es un espacio necesario dentro del circuito
teatral porteño”.
“El Comité de Públicos programadores define en
conjunto las obras que se programan, poniendo énfasis en la calidad y también
en los intereses declarados por nuestros públicos a través de encuestas. Tienen
el ojo de ser parte del público de Sala Negra, por ende, comprenden de mejor
manera qué es lo que nuestras comunidades quieren ver. Es un espacio
democrático de deliberación y no queda solo al arbitrio de profesores del Área
de Extensión, sino también de estudiantes, titulados y público que participa de
la Sala”.
Claudio Marín, actor, académico y director de la
Escuela de Teatro UV, integra el Comité de Públicos Programadores. Respecto a
la postulación comparte: “Como Escuela abrimos todos los espacios posibles a
otras disciplinas, no solamente teatro o puestas en escena donde el centro es
un texto, hay espacio para otros lenguajes transdiciplinares, donde se cruce la
danza, el cuerpo, el territorio, las tecnologías y todas las disciplinas
posibles, el arte sonoro, el sitio específico, tienen cabida en Sala Negra Juan
Barattini Carvelli, por cierto”.
“La Escuela aporta desde Sala Negra a tener una
cartelera teatral, coopera a cierta estabilidad, siendo una oportunidad laboral
para las compañías locales considerando que la posibilidad de trabajo ha estado
tan mermada en este último tiempo, producto de la pandemia y del abandono
sistemático de las políticas culturales de los gobiernos de turno.
Aporta a una cooperación mutua y visibilidad a las
compañías que son parte de la temporada. Es una instancia de fortalecimiento
regional, apoyar con lazos académicos a las compañías, de conexión en las
producciones de los espacios culturales, generando cruces participativos y
colaborativos para generar una vitrina cultural interdisciplinar de todo
orden”.
Tamara Figueroa, diseñadora escénica y académica de la
Escuela, destaca: “Sobre el Comité creo que es una instancia inédita, de la
cual el Equipo de Extensión y Vínculo, coordinado por Christopher Ortega, ha
sido defensor de la participación y vinculación que tenemos con nuestros
públicos específicos.
Desde ese lugar, para nosotres como grupo coordinador,
es importante reconocer a nuestros públicos, caracterizarles para poder
comprender cuáles son sus intereses y prácticas, generando espacios de
fidelización de nuestra propia programación en base a sus intereses, un vínculo
dialógico en el rol que tenemos las personas del arte con nuestras audiencias,
poniendo en práctica los valores sobre la horizontalidad, la diversidad de
formatos y temáticas necesarias”.
“Mi rol en el comité es relevante considerando que no
muchos diseñadores escénicos tienen la posibilidad de programar obras en sala,
en ese sentido es un aporte a la profesionalización de intérpretes, directoras
y compañías emergentes para poder generar marcos plásticos, estéticos y
técnicos sobre sus propios ejercicios y generar un aporte a la divulgación de
la disciplina.
Creo también que los oficios del diseño, de la
realización y la técnica escénica son oficios que están invisbilizados, y por
ende para mí y para la Universidad Valparaíso es una gran oportunidad tener
este espacio”.
Macarena Flores, estudiante de la Escuela de Teatro UV
e integrante del comité, reflexiona: “Un comité de públicos, como apunta la
expresión, es un grupo de personas que se encarga de un asunto en conjunto, y
representan a una colectividad. Como Comité es necesario tomar estas
responsabilidades con la suficiente seriedad que eso implica, sobre todo si
hablamos de representar a un común”.
“Necesitamos dejar de hacer teatro pensando solamente en
gente del rubro. Necesitamos llegar a más personas, a les vecines de los
cerros, a transeúntes que aún no han visto una obra de teatro, o a quienes no
conocen lo suficiente, pero les encantaría participar de estos procesos.
Necesitamos poder abrir estas instancias a personas con distintos conocimientos
sobre las artes y las culturas. Necesitamos una escuela de formación de
públicos de la ciudad de Valparaíso”.
Para más información seguir a Escuela de Teatro UV en Facebook e Instagram.
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