Además, destacaron entre sus costumbres y
tradiciones, “Los campeonatos de cueca”, y la fiesta de “La Chaya”.
En un rincón de la IV región de Coquimbo,
se encuentra la comuna de La Higuera, un lugar históricamente conocido por su
relevancia en el desarrollo de la minería en Chile. Dentro de esta comuna
destacan las localidades de Cruz Grande, donde se encontraba el puerto y El
Tofo, sector donde se situaba el yacimiento minero, el que estuvo operativo
durante más de 60 años, entre 1913 hasta 1974.
Esta operación minera fue uno de los hitos más modernos para la época, convirtiendo a Chile como el principal exportador de hierro en la costa del Pacifico en Sudamérica.
Gran parte de este mineral
procedía de la mina El Tofo, el que se transportaba en un tren eléctrico,
excepcional innovación en esos años, en dirección a Puerto Cruz Grande, en un
trayecto que tardaba una hora y diez minutos aproximadamente, finalizando con
su posterior embarque a las usinas, principalmente de Estados
Unidos.
Para los habitantes de Cruz Grande y El
Tofo, esta zona tiene una importancia invaluable tanto para sus vidas como para
el país. Algunos nacieron y se criaron allí, vivieron tanto el apogeo como el
ocaso de ésta gran operación minera. La población más alta que se registró en
la comuna de la Higuera fue entre los años 1940 y 1955, alcanzando más de 5.000
habitantes.
Bernardo Valdivia, nacido en El Tofo el
año 1961, ha escrito libros como, “Tofinos en la niebla”, “El Tofo y Los
Tofinos”, entre otros, donde relata la calidad y estilo de vida: “El Tofo para
mi ocupa un lugar preferencial en mi existencia, al igual que los demás niños,
fuimos muy felices, ya que el patio eran todos los cerros, ocupa un lugar
principal para mí”.
Además, añade la particular forma que se
podía conseguir un trabajo en la zona: “En esa época se encontraban los
trabajos por el deporte, especialmente por el fútbol, la empresa minera que
estaba en El Tofo, se contactaba con la persona para su nuevo empleo, y además
tenía que competir en los torneos que habían, posterior a eso podían traer a
vivir a toda su familia”.
El pueblo de Cruz Grande fue cuna del turismo
en el norte de Chile, contaba con una sala de cine, pulperías, cooperativas y
bazares, donde los habitantes tenían de todo para abastecerse, y existía la
cultura donde el trabajador “fiaba” lo que iba a llevar, cuando se les
entregaban su sueldo, este lo recibían con los descuentos de lo que habían
consumido durante el mes.
Por su parte, El Tofo tenía un hospital,
un retén de carabineros, y también un equipo de fútbol, el C.D. Union Minas
Tofo.
El transporte del sector se le llamaba “Galgo”, un minibus que, en su diseño, tenía la imagen de un perro de esa raza.
Los pobladores de la comuna disfrutaban de
importantes eventos como, “las carreras de caballos y de burros”, además del
torneo de cueca que se hacía todos los años, también se hacían pampillas
(festividad que se realizaba en fiestas patrias).
Pero la más esperada era la famosa fiesta
de “La Chaya”, una celebración tradicional, con música y baile, que consistía
en fabricar una pelota con diferentes materiales, las que se lanzaban entre sí
durante el evento, en la cual participaban y disfrutaban niños, jóvenes y
adultos.
En esa época, la Compañía Minera del
Pacífico, contaba con un sindicato que entregaba regalos en septiembre y
navidad, destinados a los más pequeños: “Los niños recibián bolsas de comida,
con 2 manzanas, 2 naranjas, galletas y un juguete. Siempre se pensó mucho en la
comunidad y en mejorar su calidad de vida”, cuenta Claudia Monreal, Sub Gerente
de Desarrollo de CMP.
Otra importante tradición eran los
funerales, cuando un habitante fallecía, las familias se reunían y le
entregaban un sobre con una donación para los afectados, esto demostraba la
unión que existía en la comunidad, generando vínculos indispensables entre
ellos. Estos lugares son parte fundamental de tradiciones y recuerdos para
quienes habitaban ahí como para la historia de Chile.
Don Julio Jorquera, hoy tiene 85 años,
nacido en Cruz Grande, fue capataz y trabajó en la dársena del lugar.
Comenta sobre la última carga y los
regalos que le hicieron: “El último buque que se cargó se llamó -El Elqui-,
algunos trabajadores recibimos productos marinos como, jaibas, locos, congrios
y almejas, fue bonito y emocionante para mí, ya que era el fin de una gran
etapa en mi vida y la de mi familia. Al hablar y recordar esos años, son muchos
los recuerdos, sentimientos y emociones”.
La mina “El Tofo”, terminó sus funciones
oficialmente el 8 de diciembre de 1974. Ese día emigró la última familia que
habitaba el sector. En sus más de 61 años de operatividad de Puerto Cruz Grande,
CMP cumplió toda la reglamentación vigente de sus operaciones.
La comuna de La Higuera se ha identificado históricamente con la industria minera, por lo que el nuevo proyecto Puerto Cruz Grande de CMP, busca impulsar diversas industrias y comercios en la zona en beneficio directo de los habitantes, pero que por sobre todo destaca por su infraestructura sostenible, protección y cuidado con el medio ambiente, y el vínculo con las comunidades.
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