Las imágenes consisten en un registro fotográfico
y audiovisual de una serie de intervenciones pictóricas realizadas en distintos
muros de Santiago.
A través de estos ejercicios, Díaz propone abrir una
discusión sobre el límite del espacio público y privado mediante una acción
repetitiva, de apropiación y reconquista de los espacios cotidianos a través
del lenguaje pictórico.
La artista señala que “generalmente los muros que
colindan con la calle, se convierten en grandes lienzos donde más de algún
transeúnte deja un tipo de rayado o marca, transgrediendo así la delgada línea
entre el espacio público y privado”.
“La exposición se inicia, desde la observación del
gesto repetitivo que realizan los dueños de distintas propiedades, al momento
de cubrir con “parches de color” esa parte del muro que fue intervenido por
otros.
A partir de la observación de este contexto, decido ir en búsqueda de los “parches” y realizar pruebas cromáticas que me permitan dar con el color exacto del muro que está detrás”, añade la artista.
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