Situado junto a la línea que marca el Muro de Berlín,
el Reichstag permaneció casi 29 años separado de la cercana Puerta de
Brandemburgo.
La construcción del edificio del parlamento se vio
finalizada en el año 1894. Durante sus primeros años, albergó a las fuerzas
políticas alemanas hasta que, con el fin de la I Guerra Mundial, obreros y
soldados ocuparon el edificio y se declaró la República de Weimar.
Hace 75 años, en la tarde del 27 de febrero de 1933, miles de personas
observaron como las llamas devoraron el
edificio del Reichstag, en un oscuro preludio de la definitiva toma del poder
del régimen nazi, un siniestro cuyas circunstancias aún hoy no están aclaradas
y se acusó a Marinus van der Lubbe de incendiar el edificio
Sin embargo, muchos se resisten a creer que el
devastador incendio fuera obra de una sola persona y muchos sostienen, que el
joven holandés fue instigado por los propios nazis para dinamitar -no sólo en
sentido figurado- el sistema parlamentario alemán.
El edificio incendiándose y derrumbándose fue el
símbolo del fin del sistema democrático alemán y el humo gris, anticipó el
ascenso del partido nazi, que se impondría en las elecciones anticipadas del 5
de marzo dando paso a la dictadura de Hitler.
Además de iniciar una persecución a los miembros del
partido comunista, apresados, Hitler hizo firmar al Canciller Hinderburg un decreto por el que se derogaban
los derechos constitucionales para "la protección del Estado y del
pueblo" alemán.
Conocido como el decreto del incendio del
Reichstag, este significó el estado de excepción, el fin de la libertad de
prensa y la restauración de la pena de muerte, con carácter retroactivo para
muchos, el golpe de muerte a la democracia alemana.
Basándose en este hecho histórico, Fabiano Massimi
escribió “Los demonios del Reich” un electrizante thriller histórico, editado
bajo el sello Alfaguara.
El relato comienza en el mes de febrero, unos días antes del incendio.
En esos días, Siegfried Sauer, que había huido a Viena
junto a Rosa, se encuentra en su casa con el agente doble Karl Julian.
Hace dos meses que Sauer no sabe nada de su pareja ya
que ella, ha vuelto a Alemania para unirse a la resistencia y tratar de
dinamitar el partido nazi desde dentro, pero cuando Julian le enseña una postal
que ha recibido con una foto de Múnich y una cita del Cantar de los Nibelungos
—«Cava una fosa y siéntate en su interior»—, entiende que se trata de un
mensaje para él: Rosa está en peligro.
Sauer viajará clandestinamente a Berlín, una ciudad plagada de camisas pardas,
clubes nocturnos, fiestas secretas en la que no puede fiarse de nadie y donde
se suceden misteriosos asesinatos de mujeres, todas ellas muy parecidas a Rosa.
Y en su viaje para descubrir su paradero, se toma con
una operación secreta destinada a causar conmoción pública. Y, aunque logran
descubrir de que se trata, no pueden parar el horror en el que se ven envueltos
ya que la fascinación por el mal, finalmente destruyó todo lo que Sauer ama.
Fabiano Massimi (Módena, 1977) se licenció en Filosofía por la Universidad de
Bolonia. Después de un periodo de estudio en la Universidad de Mánchester,
obtuvo un máster en técnicas narrativas por la Escuela Holden de Turín, donde
también fue bibliotecario. Ha sido colaborador de diferentes periódicos
como La Stampa y L’Unità.
Desde 2003 es consultor para algunas de las principales editoriales italianas, sobre todo Einaudi, donde ejerce de editor y traductor de narrativa inglesa y de ensayo. En 2017 ganó el Premio Tedeschi a la mejor novela inédita policiaca con El Club Montecristo. Su primera novela, El ángel de Múnich, ha sido aclamada por la crítica y se ha convertido en un éxito. Sus derechos de traducción han sido vendidos a nueve países.
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